Frío

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No entiendo, se supone que es un Arconte. No estoy familiarizada con ese término.

-¿Que eres? -le pregunto con cautela.

El se acerca pero no retrocedo.

-Quita te el guante y da me tu mano.-hago lo que el me dice y le doy mi mano. Un ardor me recorre a la hora del tacto.-Ahora mira con atención a tu alrededor.

La tormenta de nieve se reanuda de una forma inusual, prácticamente nos esta rodeando solo a nosotros dos. En la nieve aparecen imágenes, mis ojos se abren de golpe. En una imagen aparece él y Phoe junto a otros Vigilantes. Luego una en un restaurante que arde en llamas. Y por ultimo aparece el frente a ella y Nicolás.

-Ese fue el ultimo día que la vi en el mundo mortal, después de eso me tuve que ir. Mi misión había fallado.-lo miro de nuevo y el suelta mi mano. La tormenta de nieve desaparece mágicamente.

-¿Que es un arconte?

Azael o quien quiera que sea suspira lentamente.-Tu y tu hermana hacen mas mismas preguntas. Soy un enviado por Euskera es como el que tiene la ultima palabra, el arconte mayor. Yo era uno de los principales arcontes de Zeus en el olimpo. Pero luego me di cuenta de lo que estaba pasando aquí. Zeus me dejo venir al mundo mortal para ayudar a tu hermana, Euskera me dio una fecha limite y una misión. Sino regresaba en cinco meses evitando la guerra tendría mi castigo.

-Pero si hubo guerra.-acoto.

-Si, si la hubo. No podía darme el lujo de ir a un inframundo así que huí, estuve todo este tiempo escondido de Euskera. Tenia que ayudar a tu hermana en algo así si era lo mas mínimo que podía hacer. Ahora el me ha pedido que vuelva y mi castigo ha sido revocado. Mi misión ahora es ayudarte a encontrar los Elementos de la Guardiana.

Elementos de la Guardiana.

-Necesitamos llegar al norte rápido. Bastián y Madeline desaparecieron entre la tormenta de nieve.

-Ellos están en la base. Los envíe ahí, tenia que hablar contigo antes.-Azael coloca sus brazos detrás de su cabeza.

-Se supone que el viaje dura tres días o más.

-No cuando eres un arconte y puedes ir de un lugar a otro en menos de cinco segundos. Pero ya utilice el 70% en llevar los al la base norte. Ahora tenemos que caminar.

-Caminaras tu, yo no.-me doy la vuelta y subo al trineo. Pero algo me hace girar.-¿Porque dejarte golpear cuando pudiste haber hablado desde un principio?

-Tenias que pasar la prueba de misericordia.-mis cejas se juntan y dirigió mi vista hacia el frente. Tomo las riendas y las agito contra los perros, ellos responden con un ladrido y comienzan a correr.

Unos brazos me rozan los codos. Giro mi cabeza lentamente y lo veo a el a menos de cinco centímetros.

-Vista al frente Sophie, digo, quiero decir Emma.-usa un tono burlón y ruedo los ojos.

-Lo que tu digas Ben.-escucho su risa y vuelvo ver al frente.

El sol comienza a desaparecer y la temperatura baja mas hasta que todo se vuelve oscuro, el cielo sigue sin estrellas, me detengo ya que los perros necesitan descansar y Azael se baja del trineo que se supone que es para uno. Miro esperando que la aurora aparezca pero todo se ve oscuro, mis manos se frotan entre si para conseguir calor pero es inútil. Unos ojos azules resaltan entre la nieve, Marley se acerca a mí y se mira el cielo en busca de algo.

-Creo que le agradas.-rompe el silencio Azael. Él esta acostado en la nieve.

-¿No tienes frío?-mi voz es un susurro.

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