Venganza

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Luego de haber evaluado la prueba del laberinto Jackson y yo nos encontramos fuera de lagos. En la cima de la torre por la que entramos la primera vez.

No es la primera vez que estoy aquí, pero siempre se siente la misma sensación de paz.

—En ocasiones todo parece ajeno.—le digo a Jackson el cual permanece con los ojos cerrados.

—Esos son los momentos que debes apreciar. —me dice de vuelta él.

Tiene razón, estos pequeños momentos entrenando, desayunando, hablando tranquilamente y pasar tiempo con mi familia en paz son los mejores momentos que he tenido desde que todo comenzó.

Y aunque las cosas con Dalia sigan igual hago mi mayor esfuerzo por no odiarla. Hago mi mayor esfuerzo por crear un ejercito, hago mi mayor esfuerzo por ser una buena hermana e hija. Pero sé que me tengo que esforzar mas porque esto no es suficiente.

—Quisiera que nunca terminaran.—le confieso mirando hacia el horizonte.

—Cuando esto acabe estoy seguro de que todo esto va a ser eterno. Una nueva civilización se alzará bajo el nombre de tu familia.

Sonrió. Jackson tiene ese poder de tranquilizar me sobre cualquier cosa.

—¿Jackson?—él abre los ojos y me mira.

— ¿Qué?—pregunta curioso.

Abro la boca pero la cierro inmediatamente, no quiero arruinar el momento. —Nada. —le digo y vuelvo a ver el horizonte, el sol se está ocultando.

Estar tanto tiempo en Lagos es sofocante, simples cosas como el sol se extrañan. Al igual que las estrellas. Podré parecer tonta pero lo que más extraño del llamado es la capacidad de crear estrellas ficticias a mí alrededor.

—Es hora de bajar rapunzel. —Lo miro y levanto una ceja.—¿Qué?

—Pensé que tenías mejores apodos que esos.

Jackson rueda los ojos y me extiende su mano, la tomo y en cuestión de segundos aparece frente a lo que es mi casa en Lagos.

Suelto su mano. —Ya sabes, si te necesitó te llamo.

Él asiente y desaparece de inmediato, en veces me pregunto a donde irá. Sé que es tonto pero le tengo un gran cariño. Y pensar que al principio deseaba matarlo.

Subo lentamente las escaleras y llego al pasillo, ya no están los vigilantes que antes estaban resguardando la puerta de Tomas. La mía esta justo al frente. Camino hasta esta y entro a mi habitación, cierro la puerta y caigo en mi cama.

Ni si quiera quiero cerrar los ojos. Estos momentos se sienten tan bien que algo cada vez más me molesta. Tal vez estoy siendo paranoica pero todo esta tan bien que parece ficticio. Tanta paz me está dando una mala espina, sé que él pronto va hacer algo. Lo puedo sentir debajo de mi piel, un gran poder oscuro proveniente de Apolo crece cada vez más. Él está planeando algo grande.

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