Íncubos y Arcontes

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No entiendo la sobre protección de Azael, no somos amigos para que crea que tiene ese poder en mi. Solo hubo una persona que lo tuvo y eso fue hace muchos años y lo perdió.

Era de noche y como muchas veces mamá lloraba, Tomas y Phoe dormían y Megan intentaba consolar a mamá yo la miraba desde la puerta, escondida. Ellas estaban en la sala la puerta principal se abrió y mi padre entro. El olor a alcohol se hizo presente en toda la habitación, había tomado. Mi madre se puso en pie y se limpio las lágrimas con sus manos temblorosas, Megan permanecía a su lado dándole apoyo, en su mirada se reflejaba el odio y dolor. Mama comenzó habla.

—Las maletas están hechas, tienes diez minutos para que te vayas de esta casa.— su tono de voz era frágil y lleno de dolor.

Papá solo reía.

—Fiore deja de llorar que yo no te he engañado, ahora vete de mi vista. —le respondió él y avanzo pero mi madre se puso en su camino.

—Llamo tu amante, felicidades son gemelos. La próxima di le que no soy tu secretaria.—la voz de mi madre era distinta para mi. Usaba un odio y repulsión en sus palabras que me asustaba.

—Yo no me voy a ir.—le dijo papá, para ese momento ya no lo reconocía, era otra persona para mi.—Así que me dejas pasar o tendré que pasar sobre ti.

Mi madre no se movió ni un centímetro, vi como la mano de Joe en ese entonces mi padre se alzo contra mi madre, mama no se inmutó y Megan tomo la mano de Joe en el aire con una gran fuerza.

—No la toques.—le dijo en un tono calmado pero sus ojos expresaban otra cosa, los ojos de Megan se tornaron de otro color. La boca de ella no se movió pero estoy segura de que ella le dijo:

Si te través a golpear a tu Vigilada el Arconte vendrá y te castigará de la forma mas dolorosa, ahora vete Vigilante.

Papa bajo su mano y se marcho sin decir nada, en ese momento me di cuenta de dos cosas. Uno Apolo no mentía, dos yo no tenía familia.

Jock nos hace una seña para que entremos a una casa de madera, los tres obedecemos y lo seguimos al interior, el se pone detrás de un escritorio y se sienta, no hay mas sillas por lo que permanecemos en pie.

—¿Quienes son ustedes? —pregunta Jock mientras sube sus pies al escritorio. Jackson aparece a su lado.

Veo a Jim abrir la boca pero Azael es mas rápido y habla de primero.

—Nosotros no queremos problemas, no le diremos a nadie de este lugar si nos dejan marcharnos ahora mismo.—mi cabeza gira bruscamente. Esa no era la idea, ¿en que esta pensando?

—Creo que eso no será posible.—interviene Jackson mientras mira el suelo, levanta su mirada y mira a Jock.—Ellos conocen nuestra ubicación.

—El tiene razón. —dice Jock.—No podemos confiar en ustedes.

—Si no me abren esa puerta en menos de cinco minutos mataré a todo el que se me acerque.—dice Azael. No entiendo lo que le pasa, lo tomo del brazo y lo obligo a mirarme.

—Nadie va a matar a nadie, tu estás mal, tu no eres así, se supone que eres el bueno y yo la mala.—el niega lentamente y el enojo de sus ojos desaparecen.

—Así es Arconte, haz le caso a tu chica.—dice burlón Jackson. Mi mamo viaja a mi arma y le apuntó.

—Vuelve a decir eso y te vuelo la cabeza.—le amenazo y el ríe negando con la cabeza.—No nos pueden retener aquí. —uso un tono suave, tampoco quiero estar aquí. Esta gente no me inspira confianza.

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