Declaración

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Parpadeo y me encuentro en un gran gimnasio, miro a mis lados pero no veo a Jackson. ¿En donde estoy?

Por el lugar empieza a sonar una melodía, un arpa.

¿Es enserio? Me van a quitar tiempo con esto.

Cierro los puños y camino hacia una salida que veo al final, llego a esta y la puerta no se abre. No hay problema. Alzo la espada contra la perilla

-Espera.-me detengo y me volteo.

Detrás de mi hay una chica.

-No tengo tiempo para esto.

-No te puedes marchar hasta que todos estén aquí.-responde ella, su cabello es negro. Aparenta unos veinte años o algo así.

-Tengo mejores cosas que hacer.

-Podemos aguardar Sophie. -esa voz. Me volteo y veo a Azael recostado en una pared a unos diez metros con los ojos cerrados.-No montes una escena.

Yo... ¿una escena? Pero... de que habla.

Una bruma negra se forma en el centro, Jackson aparece de esta y me sonríe.

-Te agradará esto.-dice mientras se acerca mi.

-Ya vienen.-dice la chica.

En el gimnasio empiezan aparecer personas de la nada. No necesito cerrar los ojos para notar su aura celestial. No son Arcontes, su aura no es la misma a la de Azael.

Hombres y mujeres de varias edades continúan llegando.

-¿Que esta pasando? -susurro lo suficiente mente bajo para que solo Jackson me escuche.

-Solo espera. -me responde en el mismo tono.

-Ahora si estamos todos.-dice la chica de cabello negro.-Tal vez tu no nos conozcas, pero nosotros a ti si. La hermana de la Guardiana, la que condeno a la humanidad. Tenía que ser griega.

-Nala.-le regaña un hombre mayor. De unos cuarenta años.-Disculpa a Nala, ella aún se esta adaptando al cambio.

-No venimos hacer problemas protectora.-dice una mujer y todos le hacen espacio para que pase al frente.-Nosotros somos los

Vigilantes Romanos.

~Recuerda que existían Dioses griegos y romanos, ellos son la parte de los romanos.~ dice Azael.

Si le respondo el llamado brillara, no quiero eso.

-Mi nombre es Selene y soy la directora del Recinto Romano.

Recinto.

Todos corrían, las personas se empujaban y yo buscaba la forma de salir con Tomas y Megan. Porque habían Vigilantes del Recinto atacando.

Ahora los recuerdo, una pequeña sonrisa se me dibuja en mi cara.

-¿Es todo? -pregunto.

-Si.-responde Jackson.

Lo miro por el rabillo del ojo y el me mira a mi.

-La reunión se acabó. -dice Azael en voz alta.

Los romanos empiezan a desparecer como llegaron. Hasta que solo queda Selene.

-Ustedes atacaron hace dos años a los griegos, al principio de todo esto.

-La noticia de una nueva musa se expandió por todo el mundo. No íbamos a dejar que solo los griegos la tuvieran.-responde con simpleza.

-Lastima que nunca la tengan.- le digo en el mismo tono.

-Si, pero ahora no hay bandos. Es hora de que me vaya. Ya sabes donde buscarnos.-esto último se lo dice a Jackson. -Mucho gusto Sophie Jonhson.-y con esto se va.

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