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-¡Genial!-exclamé a la hora del almuerzo-¡Ahora por culpa de tus revistas porno debo estar castigado y limpiando con Bowers!

Richie palideció, de seguro se imaginó a él mismo en esa situación tan espantosa.

-Tal vez no sea tan malo...-trató de animarme Eddie.

No sé por qué siento que Bill y él tienen unas serias ganas de reírse, tal vez porque bajan la mirada y la voz les tiembla cuando hablan.

-Esto no hubiera pasado si no fuese porque desde que se fue Jess estás más caliente que un perro en celo.

-¡Eso no es verdad!-exclamó Richie a la defensiva, clavé mis ojos en él con molestia-¡Por Dios Stan! Parece como si no fueces adolescente, así te morirás virgen...-lo interrumpí.

-Y tu te morirás siendo un idiota.

-Sí, pero yo ya perdí la virginidad antes de que Jess se fuera-noté que se puso serio al mencionarla, no debí haber jugado con en eso ahora que lo pienso.

A Richie no le gustaba hablar de Jessica Lange desde que se fue hacia ya tres meses. Mi gran amigo se puso fatal cuando se enteró que otra de nuestro grupo se iba a marchar y más porque era su novia, con la que lo había hecho el día anterior.
Por si no se dieron cuenta yo era el único inexperto del grupo desecho de perdedores: Bill tuvo sexo con Beverly, Richie con Jess, Eddie aún seguía siendo vírgen pero se masturba casi todos los días. Yo, por otro lado, no había sentido esa necesidad, no sé por qué, lo tomaba como algo que todavía no tenía ganas de probar, no me gustaban las revistas pornográficas ya que en lo primero que pensaba al ver a las modelos era "esa tiene unos treinta y cinco... no puedo imaginarme follando con ella... es un vejestorio, a penas tengo diecisiete como para ella" y así con todas. Me decidí a hacerlo cuando de verdad lo necesitara y quisiera, o al menos cuando llegara una chica que con sólo verla me imaginara todo lo que la revista no me provoca.

~|•|~

Tocó la campana, última hora de clases=primer hora de castigo.
Caminé por los pasillos hasta llegar a la oficina del director, él me dijo que el otro alumno ya estaba en el sótano limpiando.
Con toda la lentitud del mundo llegué hasta el sitio, las escaleras estaban frente a mí. La imagen del payaso se me vino a la mente, el corazón me comenzó a palpitar con fuerza y tenía ganas de salir corriendo.

-ESO está muerto, no volverá-susurré para mi mismo mientras sujetaba la parte de mi corazón con mi mano derecha para que parara de latir de forma tan rápida y desenfrenada.

-Asi que tu eres el que trajo revistas porno a la escuela...-escuché que decían detrás de mí.

𝑻𝒂𝒈 ¦ 𝑆𝑡𝑎𝑛 𝑈𝑟𝑖𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora