No soy ella |J. Jungkook|

P r ó l o g o

— Pensé que en verdad sentías algo por mí.

Sentí como mis ojos comenzaron a nublarse gracias a unas cuantas lágrimas que salieron sin permiso. Me sentí tan estúpida en esos momentos que me negué a verlo. Él estaba parado en frente, sus ojos observaban cualquier punto a nuestro alrededor menos a mí, lo sé porque llevaba veinte minutos de la misma manera.

No hablaba, no emitía ningún sonido y eso me desesperó.

— ¡Di algo!

Un nudo empezó a formarse en mi garganta, sabía que en cualquier momento lloraría a mares y no quería hacerlo frente a él. Me rehusaba a que me viera llorar.

Levanté la mirada para encontrarme con la misma escena del inicio; JungKook con las manos en los bolsillos y un gesto neutro en el rostro.

Sentí unas enormes ganas de golpearlo en esos momentos. Quise golpearlo hasta cansarme, o hasta que desquitara todo el coraje que sentía dentro de mí. Pero sabía perfectamente que eso estaba mal así que descarté rápidamente esa idea.

— Desde el inicio supe que esto iba a pasar, pero me quise engañar pensando lo contrario. Ignoré tantas veces algo tan obvio que ahora me odio por ser tan estúpida e ilusa.

Me sorprendí al ver que mi voz no se había quebrado en ningún momento pues imaginé que lloraría antes de terminar de hablar. Era tan patética.

Me quedé callada unos cuantos minutos para ver si el castaño se atrevía a decir algo, pero no. Siguió sin pronunciar ninguna palabra así que di media vuelta, dispuesta a irme y dejarlo solo. Me vi obligada a detenerme cuando su mano me sujetó por el codo.

No volteé, no quise verlo a los ojos y caer ante su mirada como en un principio lo hacía. Me quedé estática, dándole la espalda, dispuesta a escuchar lo que fuera a decir.

Pero no hubo nada. Su boca siguió sin emitir ningún sonido y esa fue la gota que derramó el vaso. Me liberé de su agarre con un movimiento algo brusco y comencé a caminar lejos de él. Pude escuchar como decía mi nombre para que me detuviera sin embargo no lo hice, ya no.

Estaba cansada de siempre esperar amor cuando en realidad solo recibía migajas. Soporté todo este tiempo pensando que algún día él me amaría de la misma manera en que la amaba a ella, pero no sucedió y probablemente nunca sucedería.

No soy ella y jamás lo seré.