No soy ella |J. Jungkook|

013

Mi pulso se aceleró más de lo debido, sentí mi boca seca y mis ojos no se podían apartar de los de él. Aunque suene cursi el ruido ha desaparecido alrededor, como si no existieran más personas aparte de nosotros. Es probable que mis manos ya estuvieran cubiertas de sudor y mis mejillas sonrojadas.

¡Ni siquiera sé si estoy temblando o no!

— ¿De qué quieres hablar? –pronuncié en un tono de voz tan bajo que creí que no me escuchó.

Pero tal vez mi voz fue como una alarma para él pues en cuanto terminé de formular mi pregunta su mano soltó mi brazo. Desde que lo conocí siempre soñé con el momento en que nuestras manos se tocaban y que nuestras miradas se conectaban. Un poco cursi, lo sé. Claro que yo lo soñaba como un momento romántico y lleno de felicidad. En cambio, esto era más un acercamiento incómodo y aburrido.

Retrocedió un par de pasos antes de aclararse la garganta y poder hablar. Su mano fue directamente a su nuca para poder rascarse con algo de evidente incomodidad mientras evadía mi mirada. Creo que he escuchado a mi corazón crujir, ¿acaso es posible que un corazón pueda romperse más de una vez? Porque si es así necesito uno nuevo.

— Supe que tuviste problemas con el vigilante del pasillo el viernes y quería saber si no fue demasiado rudo contigo.

Una sonrisa boba se dibujó en mis labios. Sentí como la felicidad invadía todo mi cuerpo, claro que no duró mucho pues el pensamiento de él viéndome en el pasillo me hizo sentir nerviosa en cuestión de segundos. ¿Me habrá visto llorar? o peor, ¿se habrá dado cuenta que lo estaba observando a él y a JiSoo?

— ¿Cómo lo supiste? –el tono de mi voz seguía saliendo demasiado bajo, era un verdadero milagro que él pudiera escucharme.

Me regaló una leve sonrisa, mientras guardaba sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón. Comenzó a balancearse levemente, luciendo demasiado adorable ante mis ojos.

— Espero no te moleste, pero YoonGi me contó lo sucedido –respondió un poco apenado, ¿de verdad pensó que eso me iba hacer enojar?–, quise preguntarte personalmente pero ya te habías ido.

Un leve sonrojo tiñó sus mofletes, eso fue suficiente para hacer que mi corazón se detuviera por un par de milisegundos. ¿Por qué era tan desconsiderado conmigo? ¿acaso no se daba cuenta de los estragos que ocasionaba en mi cada vez que se me acercaba o me veía como lo estaba haciendo ahora?

— No fue nada grave –respondí, intentando disimular los nervios que me provocaban su cercanía–, solo me detuvo y YoonGi me ayudó a librarme de él. Eso fue todo.

—Vaya, ¿quién diría que el gruñón de Suga podía ser buena persona? ¿Verdad? –bromeó y yo no pude evitar sonreír por eso– Me alegra que mi hyung te haya ayudado, él es una buena persona.

— Lo sé.

Intenté no terminar embobada con su rostro, en serio juro que lo intenté, pero fue imposible no hacerlo. Muchas veces soñé con tenerlo así de cerca, sin estar rodeados por compañeros fastidiosos, amigos o profesores amargados. Podía decir con certeza que esto se asemejaba a estar en el cielo contemplando la perfección de un ángel, un hermoso y perfecto ángel llamado Jeon JungKook.

Bien, debía dejar de emocionarme si no quería comenzar a babear frente a él.

— De acuerdo, me alegro de que no hayas terminado en la oficina del director. Tengo que terminar unos pendientes importantes así que me despido. Nos vemos mañana en la escuela.

No me dio tiempo de responder. Con rapidez se inclinó hacia mí para depositar un beso en mi mejilla, alejándose un par de segundos después solo para caminar lejos de la cafetería. Mi mirada siguió su trayecto hasta que desapareció de mi campo de visión. Solo hasta ese momento fui capaz de salir del estado de shock en el que me había dejado el contacto de sus labios en mi piel. Por inercia lleve la mano hasta la zona besada antes de empezar a saltar de la misma forma que haría una niña después de obtener lo que deseaba.