Especial [pt. 1]

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SooJeon's Point of view

— Tengo una cita.

Jamás he sido un hermano celoso o sobreprotector. Ni siquiera lo fuí cuando ella tenía cuatro años y conoció a Jung Hwa.

— ¿Es compañero tuyo?

Nunca me propuse serlo pues siempre tuve en mente la idea de darle su espacio personal y la libertad de hacer lo que le diera en gana sin tener la preocupación de enfrentarse a mis reclamos. Supongo que ella ignoraba mis intenciones pues le había costado demasiado decirme que tendría una cita con un chico.

¡¿O acaso no se trataba de un chico sino de una chica?!

De acuerdo, estaba exagerando, pero no puedo negar que ese era un buen motivo por el que ella no me pudiera hablar de su cita con facilidad.

— Si.

Bueno, por lo menos si se trataba de un hombre.

— ¿Cómo se llama?

Ni siquiera yo supe por qué le preguntaba el nombre de su cita cuando no ubicaba a alguien más de su salón a parte de HanNa o JungHwa. Tal vez por maldad, porque la verdad me gustaba ver lo nerviosa que se estaba poniendo. No, en verdad quería saber quién había sido el valiente que había invitado a salir a mi única y menor hermana.

— Jeon Jung Kook, no creo que lo conozcas...

En eso se equivocaba. Creo que si hubiera escuchado otro nombre no me habría puesto como ahora. No, no conocía en persona a ese chico pero tal vez si a su hermana mayor, Jeon Jung Ryo.

— ¿Dijiste Jeon?

— Sí, ¿por qué?

— No, por nada. Y-yo tengo mucha tarea y será mejor hacerla de una vez y no esperarme hasta mañana. Diviértete en tu cita y no llegues tarde.

No estaba cien por ciento seguro de que se tratará del hermano de una de mis compañeras de la facultad, tenía que averiguarlo cuanto antes. Es por eso que entre casi corriendo a mi habitación después de despedirme de ella, cerré la puerta mientras lancé mi mochila sobre la cama y caminé a mi escritorio a paso rápido.

Mi computadora demoró un par de minutos para encender y en cuanto estuvo totalmente encendida, la maldita volvió a reiniciar el sistema. En el momento exacto en que el timbre de la casa sonaba y mi querida hermana abría la puerta.

Juro que estuve a punto de arrancarme mis cabellos al ver como la pantalla se tornaba de un color azul.  Escuché voces por unos cuantos segundos, después el sonido que la puerta hacía al cerrarse.

— ¡Me lleva la...!

Ya se habían ido así que tenía que apresurarme.

Saqué mi celular y busqué el número entre todos mis contactos. No tarde demasiado en encontrarlo y en enviarle un mensaje.

Tenemos que vernos.
1:05 pm
Es urgente.
1:05 pm

¿Qué es tan urgente como para que decidieras mandarme un mensaje?
1:06 pm

Un chico ha invitado a salir a mi hermana menor.
1:06 pm

¿Y eso a mi qué?
1:07 pm

No sé cuantas personas lleven tu mismo apellido pero una vez en clase dijiste que tenías un hermano menor que estudiaba en el instituto Gangnam, creo que fue él quien invito a mi hermanita a una cita.
1:09 pm

Supongamos que es mi hermano, ¿quieres impedir la cita de tu hermana, señor celoso?
1:13 pm

No, solo quiero asegurarme que mi hermana se divierte con su cita.
1:14 pm

Bien. Pero me debes un desayuno el lunes.
1:14 pm

De acuerdo. Nos vemos en la estación de metro cercana a la escuela dentro de veinte minutos, tengo una ligera sospecha de a donde van a ir.
1:16 pm

Siento que no va a terminar bien pero ya ni modo.
1:20 pm

(...)

— ¿Puedes recordarme por qué hicimos esto?

— Ya te lo dije, para asegurarme de que mi hermana se divirtiera. Eso es todo.

Escuché una risilla por parte de la castaña, quien se detenía enfrente de mi. En verdad me resultaba increíble que ella fuera hermana mayor del tal JungKook, lo único que los diferenciaba era por el tamaño y forma de la nariz.

No lo malinterpreten, es que ese chico tiene una nariz un poquito graciosa.

Aún no me explico cómo es que le gusta a mi hermana.

— En serio eres una persona muy extraña, ¿qué clase de hermano no cela a su hermana menor? —preguntó mientras colocaba sus manos sobre su cintura.

— Pues yo. No me gusta ser un hermano celoso, prefiero darle la libertad que necesita.

— Eso es lindo.

No sé si fue por el clima o por otra cosa, el chiste era que de repente comenzó a darme un poco de calor, sobre todo en el rostro. ¿Me estaría enfermando?

— Mmm...bueno...gracias. Será mejor que te acompañe a tu casa. Después de todo accediste a venir hasta aquí...

— Y a enviarle un mensaje a mi hermano.

— Sí, eso también.

Sonrió. Por un momento me pareció la sonrisa más bonita que había visto en mucho tiempo.

— No te preocupes, no me voy a perder.

— No hay ningún problema, de todas formas vivimos muy cerca.

— Está bien.

Tendré que ir a un doctor a este paso.

La enfermedad aún no desaparece.

No soy ella  |J. Jungkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora