No soy ella |J. Jungkook|

Especial [pt. 2]

Lean hasta el final

Special point of view.

No recuerdo cuando fue la última vez que me sentí atraído por una chica. 

Ni siquiera recuerdo cuando fue la primera vez.

Lo único que sé con certeza es que nadie se había metido tanto en mi corazón como ella. Nadie me había hecho sentir feliz con tan solo ver su sonrisa, ni siquiera mi familia. No niego que llegue a enamorarme perdidamente de una chica de mi misma clase cuando estaba en quinto grado, bella, inteligente y muy graciosa, realmente mi tipo ideal en ese entonces. Lamentablemente jamás intente acercarme a ella, después de todo se suponía que a los niños no les gustaban las niñas, o eso era lo que decían mis amigos a esa edad. Terminó mudándose a Gwangju junto a su familia y jamás volví a verla. 

Tampoco niego que varias chicas han llegado a gustarme a lo largo de mi vida como estudiante, pero nunca tanto como para volverme un estúpido cursi de primera como lo era ahora. ¿Qué podía hacer? Esa era la consecuencia de acercarme demasiado a la chica –como yo la considero– más despistada del instituto.

Desde un tiempo hacia acá comencé a ser más atento a cada acción que ella realizaba. Con cada uno de sus logros y fracasos. Con cada uno de sus momentos felices y tristes. Comencé a estar al pendiente de lo que hace, claro que cada que tenía tiempo libre. No es como si descuidara mis estudios así como si nada.

Ambos aspectos son igual de importantes para mi.

"Cualquiera puede acelerar tu corazón, pero no cualquiera te hace vibrar el alma"

La frase que mi abuela siempre nos decía a mi y a mis hermanos por fin cobraba sentido ante mis ojos. YangMi era la persona que hacía vibrar mi alma.

— La vas a desgastar si la sigues viendo de esa manera, hyung –la voz burlona de mi acompañante me hizo salir de mis pensamientos.

Voltee para encontrarlo con una sonrisa adornando su boca. Un par de hoyuelos aparecieron ante este acto, dándole un aire de inocencia que ambos sabemos que no existe. Con una falsa molestia tome mi bebida con una mano para poder acercarla a mi boca y darle un buen trago, intentando ocultar la incomodidad que comencé a sentir después de haber sido pillado por mi amigo.

— Deja de decir tonterías.

Mi comentario lo hizo reír suavemente, haciendo que sus ojos se cerraran un poco.

— Ahora resulta que lo que digo son tonterías, eres muy malo hyung –llevó una mano hacia su pecho, fingiendo dolor–.  Has herido mis sentimientos, espero que te sientas bien con eso.

— De hecho si –respondí sonriendo.

— ¡Ya! –se quejo, arrojando una servilleta a mi rostro–. Te lo pasare solo por esta vez, porque el amor te ha cegado y por eso te estas comportando como un mal hyung.

No perdí el tiempo y sujete la servilleta, imitando la misma acción que el moreno frente a mi había realizado tan solo unos cuantos segundos atrás.

— Cállate Nam.

Una palabra en especifico, de todas las que había pronunciado mi amigo, era la que se negaba a salir de mi cabeza; amor. Era una palabra demasiado grande como para decir que ese era el sentimiento que tenía hacia ella, prefería tan solo decir que me gustaba, que quería conocerla mejor de lo que ya lo hacía antes de poder decir con seguridad que la amaba. Al menos así lo creía en estos momentos.