No soy ella |J. Jungkook|

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Me gusta el rap.

Detesto dormir por mucho tiempo.

Me gusta Epik High.

Amo la comida.

Odio a las serpientes.

Han sido las pistas que he recibido esta semana por parte del autor. No puedo decir con certeza que ya se su identidad pues en el instituto hay muchos, ¡muchos chicos! Como para que yo diga que uno de ellos es mi admirador secreto. Además, como lo dijo en un inicio, algunas de las pistas serían falsas por lo que eso complica mi trabajo como detective privado.

— ¡No te muevas Yang!

Pero ahora tendría que posponer mi trabajo detectivesco para cuando regresara a mi casa.

Tal como HanNa lo dijo, llego a mi casa un par de horas antes, ¿para qué? Para asegurarse de dejarme igual a una idol, según palabras de ella. Es así como llegó a mi casa con su kit de maquillaje completo para empezar con su trabajo.

— Ya déjala descansar Han, llevas casi una hora y media arreglándola —escuchamos la voz de JungHwa del otro lado de la puerta. Él había venido junto a la castaña para asegurarse de que mi sufrimiento no fuera mucho, según sus palabras.

— No fue mi intención —respondí haciendo un pequeño puchero—, además como dijo Jung ya llevas un poco más de una hora trabajando en mí, estoy cansada y tengo hambre. Se buena amiga y apiádate de mí.

— Ya deberías saber que la belleza cuesta, pero no te preocupes que ya terminé.

Dejé escapar un suspiro de alivio en cuanto HanNa soltó esa frase. Con un rápido movimiento me levante de la silla en la que había estado sentada y estire mis articulaciones un poco. Nunca me había gustado pasar tanto tiempo sentada –ni siquiera cuando veía maratones de mis dramas favoritos o cuando estábamos en clases, me incómoda– ya que llegaba a aburrirme muy pronto y eso provocaba que me distrajera con facilidad, lo que ocasionaba que los profesores me reprendieran en varias ocasiones.

Por fortuna había decidido vestirme antes de la llegada de mi mejor amiga así no tendría que escuchar sus reclamos por haber arruinado su "obra maestra" con mis movimientos bruscos.

A pesar de que ya estaba lista Min se negó a que me viera al espejo en ese instante, en su lugar abrió la puerta de mi habitación para llamar a JungHwa. Cuando él entró exclamó un largo y profundo wow que me hizo enrojecer, lo supe porque mis mejillas se sintieron bastante calientes.

— ¿Podrías dejar de verme de esa manera? Es raro e incómodo —dije desviando la mirada hacia una pared, concentrándome en el póster de Super Junior que había pegado hace un par de años. De esta manera podría enfocarme en verlos a ellos en vez de pensar en la mirada que Jung me había dirigido.

— Lo siento, es que te vez muy diferente —explicó rascando su nuca con algo de nervios. Un momento. ¿So JungHwa estaba nervioso?