Capítulo 7: ¿Detenerme?

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Héctor

Lleva rato tomando, la llamo pero me ignora. No creo que este acostumbrada a tomar, lleva algunas copas y veo que ya le tiembla la mano para tomar el siguiente.

- Cariño, deja a esa niñita, no le va a pasar nada -me dice Laila mientras me toma de la mano.

Solo la ignoro. He intentado llevarnos bien, solo como amigos, pero ella aun cree que por estar aquí, seré el mismo tonto que la amaba a toda costa. Y ahora viene como si no hubiera pasado nada. Ya es hora de romper esta relación, si hací puedo llamarlo.  Debí hacerlo desde hace mucho. Ahora tengo algo más importante.

Me levanto y me dirijo a donde esta Alice.

- Cariño ¿a donde vas? -me sostiene de la mano.

- Tengo algo importante que hacer -le sonrió. Solo me ve alejarme.

Me acerco a donde esta Alice. Le quito su trago, ya no puede ni con ella misma.

-¿Qué quieres?- me dice molesta.

- Alice -le digo preocupado -deja de tomar, es suficiente -le quitó el trago de la mano.

- Dejame, esto no es tu asunto -me lo y se lo toma -Ah que bien sabe esto - ya esta ebria, pero aun así pide más.

- Claro que es asunto mio -le ordeno al barman que no le sirva más.

Se ve tierna, haciendo pucheros y negándose. Se levanta, pero tambalea. La tomo del brazo y lo coloco sobre mis hombros e inmediatamente se deja caer. No cae completamente pues la sostengo. Me agacho un poco para cargarla. De un lado sostengo su cabeza y del otro sus piernas.

La llevo a la habitación de afuera. Y la recuesto en el sofá. Retiró algunos mechones que caen sobre su rostro.

Rebusco entre el mueble donde tengo cobijas. Tomo una y la cubro con ella.

Cada día me sorprendes más. Me río. Quiero regresar para decirle a Mónica que su amiga esta bien.
Me levanto y Alice me toma de la mano.

-¿A donde vas? -me pregunta con una voz temblorosa.

Ya despertó. -Tomaste demasiado, ahora si te luciste -la miro un poco molesto.

- ¿lucirse?...¿Quien fue quien beso a la chica moco? -iba a responder pero siguió hablando. -Héctor, Héctor, ni que fuera el chico mas genial para besar. Es un enfadoso, un tonto, que no se sabe mi nombre. -Habla sola -quiero una torta de jamón... Jamón. -si esta ebria, ya dice cosas sin sentido -Me levanto para ir a fuera y dejarla descansar -¡Apodacaaa!, te odió, por besar a un moco. Dices que me quieres y te vas con otra -se queda en silencio -haces que du...ela... -señala su pecho -yo ...yo...te ...quiero. Quiero jamooon -se queda dormida.

Por un momento pensé que, dijo que me quería, hubiera sido bueno.

Me acercó y solo acaricio su mejilla, le doy un beso en la frente y salgo.

********

Alice
Me duele la cabeza, frotó mi mano contra mi frente. Abro los ojos, la luz me cega por un momento, los cierro de nuevo y los abro lentamente hasta que se acostumbran a la luz. Me doy cuenta que no estoy en mi cuarto, si no en el patio trasero de Héctor. Miro a mis lados y lo veo acostado en el otro sofá. Intento levantarme pero la cabeza me da vueltas, me quejo por el esfuerzo.

No recuerdo que paso ayer. Solo se que bebí mucho, quería ir al baño y de ahí, de ahí, no recuerdo más. Me arrepiento de haber tomado tanto, no traería este dolor de cabeza y estas náuseas.

Corro inmediatamente al baño y descargo todo lo que hay dentro de mi estomago. Mi cabeza duele mucho más.

¡Que asco! Intento no ver lo que expulse, me dirijo al lavamanos lentamente, evitando que las punzadas de dolor sean mas fuertes. Limpio mi boca y me veo al espejo.

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