Capitulo 9: ¡No me muerdas!

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Alice

Mi pulso se acelera y siento mucha preocupación. No se lo que valla a hacer. Espero qué no haya visto la escena de hace un momento, el beso.

Qué vergüenza.

Comienzo a sudar en frío y no puedo articular nada.

— ¿Quién es este chico? —pregunta mi padre con la voz ronca y varonil.

Veo el rostro de mi padre con el semblante serio, sin poder descifrar lo que pasa por su mente exactamente.

Intento no entrar en pánico— Papá...él es Héctor y es... —dudo si decirle que es mi... la ultima palabra no puedo pronunciarla— y ya se va ¿verdad? —golpeo levemente el costado de Héctor con mi codo.

Me mira y me sonríe, me da miedo esa sonrisa— Buenas noches señor, un gusto, soy Héctor, el novio de su hija, disculpe las molestias —¿Qué?¿Acaba de decir, lo que acabo de escuchar? Adiós control, mi respiración se hace forzada, me sudan las manos. Ahora sólo espero lo peor.

Observo cuidadosamente cada movimiento de mi padre. Posa su mano sobre su barbilla y le hecha un vistazo de pies a cabeza.

Mi corazón late a mil. Jamas había tenido novio, así que no se como pueda reaccionar, su pequeña ya esta creciendo, es normal que no reaccioné bien y sea muy protector ¿no?

— Ya decía yo, que era muy guapo, para ser sólo tu amigo. Mucho gusto joven —estrecha la mano de Héctor y seguido de un abrazo. Se dirige a mi — Por fin, me has dado la mejor noticia —me quedó boquiabierta, por su reacción —Valla y ¿cuándo se casaran? —¿qué rayos? —bueno hijo, es algo torpe, tiene una extraña obsesión por los chinos, pero es una buena chica, te hará feliz.

— !Papa! —lo fulminó con la mirada ¿Qué le pasa? ¿Está feliz? ¿se supone que esto hace un papá normal? ¿Trata de ayudarme?

Me ignora y sigue hablando con Héctor. Hasta que mi madre, alguien más madura, sale para detenerlo.

— Cariño, ¿por qué tardas tanto?

— Sara ¿sabías que Alice tiene novio? —mi madre lo ve extrañada— pues este chico es su novio — lo dice como si fuera la mejor noticia del mundo.

— ¿Tú novio? —se sorprende aun más que papá— Alice ¿cuándo nos ibas a contar? Lo hubieras invitado a casa. Es muy guapo —claro, estaba equivocada son tal para cual— ¿te a tratado bien? —se dirige a Héctor.

¿Acaso solo vienen a echarme tierra? Ni siquiera les molesta la idea. Miro a Héctor para recibir un poco de apoyo, pero es todo lo contrario, se esta riendo ¿Riendo?

— Mucho gusto señora, si le contará como conocí a su hija, no lo creería —ahora se entiende con mis padres, siempre tan rápido.

Lo fulminó con la mirada, esperando a que pare.

— Bueno hijo, nos da mucho gusto conocerte. Visitanos otro día para que me cuentes más sobre ti. Los dejamos solos para que se despidan —dice mi madre mientras me mira maliciosamente.

— Pero Sara, quiero conocer más a mi yerno —hace pucheros. Su semblante cambio por completo, parece un chiquillo.

— Cariño, tienes que darles privacidad ¿No recuerdas cuándo nosotros nos íbamos detrás de los salones?

— Mamá, por favor —le pido. Voy a explotar, no se si estar enojada o avergonzada.

Nos dejan solos, pero antes de cerrar la puerta, mamá se asoma y me guiña el ojo. Ríe cerrando la puerta.

Realmente estoy sorprendida, no sabia que estaban más desesperados, ya ni yo.

— Tu familia es divertida —dice alegre.

El Inicio del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora