𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙬𝙤

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━━━━━━━━━━━━CAPÍTULO DOSFAMILY ISSUES ━━━━━━━━━━━━

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CAPÍTULO DOS
FAMILY ISSUES
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MIRO HACIA EL cielo con una sonrisa que
desapareció al instante al notar que no había ninguna nube.

Habían castigado a la Bowers Gang por lo que ese día tuvo que caminar hasta su hogar. No se molesto, tenía mucho que no lo hacía y quería respirar aire fresco, mientras fumaba su cigarrillo, irónico y patético.

Se lamentaba de no haber podido detener aquel vicio en un principio ya que ahora lo consumía más una necesidad que por gusto.

Se detuvo metros antes de llegar a su pórtico terminando de inhalar lo que quedaba de nicotina cuando al levantar la vista observo cómo la señora Denbrough la veía con rostro serio. Y aunque Mathilda sabía que la estaba juzgando de millones de formas en su cabeza de igual forma le sonrió amable y alzó su mano en forma de saludo que la mujer no correspondió de ninguna forma.

Cuando esta entro a su casa Mathilda solo se encogió de hombros y tiro lo que quedaba de la colilla pisándola para apagar lo poco que tenía aún de fuego y finalmente soltó el humor que aún retuvo en sus pulmones.

Camino hasta su puerta deteniéndose en frente de esta mirando como aquella blanca y elegante puerta blanca escondía tantos secretos y desgracias. Dirigió su vista hacia la perilla pensando en girarla o si darse vuelta e ir a los barrens para fumarse lo que quedaba de su cajetilla.

Pero su estómago la traicionó con un gruñido que exigía alimento. Suspiro, esa mañana no desayuno por su pelea con Henry que la dejó inapetente pero ahora su órgano se las cobraba.

Lo que más detestaba es que no podía ocupar sus tardes en algo que le gustara y aunque amaba ver y pasar el tiempo con Henry a veces era aburrido y repetitivo sólo estar consumiendo en el auto de Belch o algún otro lugar de Derry. Le agradaba la Bower's Gang, en cierto sentido pues eran graciosos y buenos con ella, no con los demás, pero a fin de cuentas ese no era asunto suyo a menos de que ocurriera frente a sus narices.

En ocasiones imaginaba una vida diferente. Se colocaba sus auriculares y cerraba los ojos acostada en su cama creando un mundo donde ella llegaba junto a su hermana mayor de la escuela y su madre ya tenía lista una rica y humeante comida casera, minutos después llegaba su padre bien vestido con un portafolio en mano dándole un beso a todas y dándole un pequeño auto de juguete a Charlie, su hermanito. Después comían entre charlas sobre el día de cada uno con sonrisas plasmadas hasta que finalmente la familia se dispersaría varias horas de la tarde en actividades normales.

Su hermana iría a un grupo de estudio con otros adolescentes para preparase para el examen de ingreso a la universidad, su padre regresaría a su trabajo hasta las siete, su madre se encargaría de llevar a su hermano al parque para que conviva con más niños de su edad y ella... que no haría.

ℓღsєʀs ; it   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora