— Por favor...
— No.
— Hazlo... por mi.
— No.
— ¿En serio te cuesta tanto pedir una simple disculpa? — preguntó harta Mathilda — Ni siquiera tienes que sentirlo.
— ¿Y? — levantó los hombros sin importancia y dejó de recargarse en el auto — Me cuesta mucho, la verdad — respondió a su anterior pregunta.
— Ya te expliqué por qué lo tienes que hacer, Henry, por favor.
Mathilda llevaba todo el día rogándole, literalmente, a su novio para que le pidiera una disculpa a David, pero el rubio se negaba rotundamente. Como ahora, estaban en el garaje de una de las propiedades del oficial Bowers dándole mantenimiento al auto de Belch, solo ellos dos.
— Eh... no me dijiste exactamente porque — le pidió con la mirada la llave inglesa y Mathilda se la pasó mientras rodaba los ojos — y aunque fuera de vida o muerte, no lo haría. ¿Te imaginas lo que pasaría con mi reputación?
Se quito su gorro de lana frustrada.
— Lo se, lo se... pero ahg — se sentó en una llanta sin utilidad — estupido David.
— Ya te dije hermosa, si ese fenómeno te está amenazando con algo, yo me encargo, le enseñaré que no debe meterse con mi princesa. — Mathilda sonrío embobada por las palabras de su novio pero inmediatamente sacudió la cabeza enfocándose en lo que es.
— Eso a el no le importa. — la miro incrédulo — Me lo dijo — aclaró — Dice que ha sufrido cosas peores... — suspiró — El... solo quiere una disculpa.
— ¿Por qué te importa tanto? No eres de preocuparse mucho de lo que digan de ti. — Siguió trabajando en el auto. — ¿Con qué te amenazo el imbécil?
Suspiro por décima vez en el día.
— El sabe sobre Danielle...
Henry dejo lo que estaba haciendo y giro a verla incrédulo.
— Es hijo de mi doctor y sabe todo, absolutamente todo — se tapo la cara triste.
Henry estaba encolerizado, nadie, absolutamente nadie hacía sentir mal a Mathilda. David iba a pagar.
— Se lo que piensas, si le haces algo él le dirá a todos mi secreto...
Arrojo la llave molesto hacia el piso y luego se acomodó el cabello enojado.
— Escúchame — se arrodilló frente a ella y le quitó las manos de la cara — No estes triste ¿ok? — le besó las manos — Yo... me disculpare con el — Ella sonrió enseguida y salto a sus brazos. — ¡Pero! Si te sigue molestando le partiré la cara — Mathilda asintió frenéticamente siguió abrazándolo y dándole pequeños besos por el rostro.
[🎈]
Al final todo salió bien, bueno, al menos para David. Henry escogió un mal momento para hacer la disculpa. Fue en cambio de clases, lo que significaba muchos alumnos en los pasillos. Trato de no hacer tanto alboroto pero siempre había muchas miradas chismosas.
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ℓღsєʀs ; it
Random𝙇𝙊𝙎𝙀𝙍𝙎 ; 𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚. | En donde los perdedores tienen un fuerte crush con la novia de Henry Bowers. ❝- ¿Por qué "Club de los perdedores? ¿No puede ser algo así como "club de los ganadores"? -❞. ━━━━━━ E D...