18 ┇ Lenguaje corporal

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— La escuela inicia en una semana — abrió su boca y en esta cayó un frootloop amarillo.

Hizo una mueca de asco.

— No me gustan esos, saben mejor los morados — La chica rodó los ojos y dejó de lado la catapulta improvisada hecha de cuchara de plástico.

— Eres muy nena, todos saben igual — llevo unos cuantos a su boca.

Suspiro

— En fin, es tu último año — comenzó a volver a construir el arma medieval improvisada para ahora lanzarle cereal a ella — ¿Seguirás la preparatoria en Derry o planeas irte?

El de lentes no la miraba pero estaba esperanzado en que la de pelo corto se quedara.

— No tengo a otro lugar a donde ir — abrió su boca justo cuando Richie le lanzó un frootloop azul — Ni siquiera se si haré la prepa — dijo triste.

El dinero no era problema, su padre era el dealer de todos en Derry, claro que viajaba mucho para conseguí la mercancía y luego esparcirla por el pueblo, pero era parte del trabajo y ganaba bien, otra cosa es que fuera muy tacaño (o inteligente) y no lo dejara ver a todos.

El era la prueba viviente de que el dicho "Hay dos cosas que no pueden ocultarse, la estupidez y el dinero" era un fraude.

— No tengas ese pensamiento mediocre — se talló los ojos — créeme, podrás no ir a la universidad, pero no te aceptarán en ningún empleo sin la preparatoria.

Ella sonrió divertida por la expresión y preocupación del niño.

— Supongo que haré de ama de casa — bramo sarcástica y el chico sonrió.

Ya pasaba del medio día y Mathilda seguía en casa de Richie Tozier, su salvador de media noche. Irónico.

Cuando despertaron el le contó todo lo que había pasado desde que la recogió en la cantera ebria.

Cómo había dicho antes, la guió hasta su casa pero en el camino se vomitó toda por lo que muy difícilmente le quitó ciertas prendas a la borracha Mathilda.

Ella no se molesto, lo había entendido, ademas durmió en su cama, dudaba mucho que el chico quisiera que ella se quedara dormida ahí embarrando su vomito.

El muy amablemente mientras ella estaba inconsciente había lavado su ropa. Intento de recordar todas las veces que su madre le había explicado cómo usar la lavadora sin descomponerla y cree que hizo un buen trabajo, pues los trozos de comida revuelta ya no estaban y la máquina seguía funcionando.

Las dejó secando afuera en los tendederos y le presto una camisa suya en lo que terminaban de secarse por completo. Hasta que ambos terminaron de desayunar ella comenzó a vestirse.

Cuando el le devolvió su ropa ni siquiera se molestó en irse a otra habitación, ¿que más daba? Literalmente desayuno casi en ropa interior con el chico, le parecía ridículo tener que cambiarse en otro lado si solo era colocar prendas encima de lo que el ya había visto. Y no le molestaba, era como un traje de baño ¿cuál era la diferencia?

Richie en cambio había disfrutado el show, bueno no es como si tuviera mucho que ver de una niña de catorce años, pero para el ya era mucho. Digo, no era como las exuberantes mujeres que veía en las revistas de su padre pero para su edad era demasiado linda, le gustaba mucho de verdad. No recordaba a otra niña que le atrajera tanto como Mathilda.

No era tímido, para nada, todo lo contrario. Pero frente a ella era otro Richie, era más educado, se guardaba sus comentarios de "mal gusto" y hacía todo lo posible para que ella estuviera bien.

ℓღsєʀs ; it   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora