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08 ┇odiame pero no me dejes

Eddie caminaba de prisa a su siguiente clase del día, matemáticas, la cual no compartía con sus amigos así que por ende iba solo. Iba un poco tarde al salón ya que se había olvidado del libro de calculo en su casillero.

Pero unas voces detuvieron su carrera. Eran Greta, Daniela y Tereza. Se encontraban entre el espacio que separaba a los casilleros de los baños chismorreando, como siempre, normalmente Eddie lo dejaría pasar y seguiría de largo pero ahora de lo que todos hablaban era de Henry y Mathilda (nuevamente) así que supuso que ellas harían lo mismo y a lo mejor tuvieran más detalles y solo tal vez sepan algo de Stan. El muy maldito se había escondido de ellos todo el fin de semana, cuando el y su grupo solamente querían una explicación. Pero mientras tanto esas chicas podrían ser su única respuesta, tenían fama de ser las más chismosas, claro que deberían saber algo más.

Así que hizo lo que cualquiera en una situación desesperada haría. Tomo camino hacia la entrada de  los baños como si fuera a entrar. Las chicas al verlo cerca pararon de hablar pero el fue más inteligente e imito todos los sonidos necesarios para crear la idea que no le importaba lo que decían y en realidad si iba a hacer sus necesidades cuando la verdad era que estaba escondido de tras de la puerta oyendo todo.

—Bueno, como decía... Si, Beverly es una zorra. ¿Escucharon que lo hizo con Henry detrás del escenario?—preguntó Greta a nadie en especial—, que descaro, ni siquiera porque Mathilda estaba en el público...—terminó con una mueca de asco.

— No creo que a ella le importe ya— Daniela tenía una sonrisa malvada— ¿No lo han escuchado? Mathilda se beso con Stan Uris después de que se fuera hecha una fiera del teatro...

Eddie abrió los ojos demasiado sorprendido. El y sus amigos creían que trató de coquetearle y les había mentido respecto a que no le gustaba como a ellos, pero jamás pasó la idea de que hayan hecho algo más que hablar afuera del auditorio. Sintió la ira contra su amigo crecer desde la boca del estómago hasta la punta de la cabeza, la cual ya comenzaba a dolerle del coraje.

— ¿Y quién es el? —preguntó Greta confundida.

— Es un freaky de los perdedores... se sienta a lado mío en Química, nunca he hablado con el. —habló Tereza.—... Aun, si alguien como ella se fijó en el es por algo...

El pelinegro abrió los ojos aun más sorprendido; Stan estaba ganando fama por los rumores. Ahora ya chicas irían detrás de él por el simple hecho de que una popular lo hizo.

—No creo que Mathilda se fije en alguien como el. Seguro lo estás inventado. — Acusó Greta.

—¡Les digo la verdad! Patrick Hockstetter los vio. El rumor está por todos lados.

«Menos en nuestros oídos» pensó Eddie mientras rodaba los ojos.

— Entonces si Henry estuvo con Beverly y Mathilda con Stan... ¿ya no estarán juntos?

—No, ¡si lo están! Que patético— se burló Daniela—, los dos se ponen los cuernos con dos perdedores, porque admitámoslo, Stan y Beverly eran nadie antes de esto.

— Eso si... ¿Saben? ya deberíamos irnos el maestro ya debe estar preguntándose dónde estamos.

Eddie vio que ya era lo último que escucharía así que espero a que las chicas se fueran para ya poder salir de su escondite libremente.

Minutos después ya se encontraba sentado en su lugar de siempre, pensando. Ahora el problema era decirles o no a Bill y Richie. El cómo quiera era el tranquilo del grupo (después de Stan) y supo controlar su enojo ya que pensándolo bien no sabía cómo habían ocurrido las cosas, aun no escuchaba la versión de su amigo y tal vez fue un mal entendido, bueno eso quería creer. Pero sabía cómo iba a ser la reacción de sus otros dos amigos, Richie no pensaba las cosas antes de hacerlas y terminaba diciendo solamente estupideces mientras que Bill... era muy sentimental, no quería darle aquella noticia... Al menos no antes de estar cien por ciento seguro.