Haruno Sakura es una joven universitaria que está cursando la mitad de su carrera, a lo largo de ésta ha conocido muchos chicos, pero ninguno ha podido cautivar su corazón, hasta que conoce a Uchiha Sasuke, quién estudia en la misma universidad pero...
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—Por favor Sasuke —la pelirrosa toma su mano, jalándola suavemente para intentar obtener su total atención—. No te enfades, solo es mi amigo.
Sus intentos son fallidos, pues parece que está hablándole a una pared, el azabache ni siquiera se digna a mirarla.
—¿Y por qué te abrazaba de una manera tan cariñosa? —le cuestiona, dignándose por fin a responderle, pero sin mirarla.
—Solo me abrazó porque ya estaba por irse —desesperada por seguir tratando el tema, sigue presionando su mano, demandando más atención—. Cariño, por favor.
—Promete que no volverás a hablarle.
Aquello suena más como una orden, no como una petición. Sasuke quiere tenerla fuera del alcance de cualquier tipo que piense que posiblemente esté pasándose de listo con la pelirrosa.
—¿Eh? —lo mira confundida ante lo que le está pidiendo. Traga saliva con dificultad y su ánimo pronto parece decaer—. Pero, es mi amigo... —susurra con tristeza.
—¿Quieres que me moleste aún más?
La mirada de Sasuke se endurece, preocupándola, con ese cuestionamiento sabe que está desafiándola, lo que menos quiere es discutir con él.
—¡No! —emite rápidamente, su mirada muestra angustia.
Enseguida él sonríe internamente, sabe que no está bien chantajearla, pero no quiere que los tipos se le acerquen, y obligarla a no hablarles parece ser la única opción.
—Dejaré de hablarle. No te enfades, por favor.
—Está bien —le sonríe mientras se acerca a ella para abrazarla—. No me enfadaré, tranquila.
—¡Gracias! —su ánimo vuelve a recuperarse rápidamente y sonríe tiernamente.
El azabache la observa durante un momento, su novia es una chica muy hermosa, se comporta de esa manera porque muchos otros están interesados en ella, por supuesto no va a permitir que tengan una pequeña posibilidad para conquistarla, ni siquiera cuando eran solo amigos había dejado que estuviera con otros chicos.
—Te llevaré a casa —le informa, para después besar su frente cariñosamente y tomar una de sus pequeñas manos.
—¡De acuerdo, gracias! —sus mejillas se tornan rojizas, contenta por regresar a su hogar junto a su novio.
Antes de salir de la universidad deciden pasar a sus respectivos casilleros.
—Ahora vuelvo, voy por mis cosas —avisa mientras la deja frente a su casillero y se aleja, éstos se encuentran separados, por lo que Sasuke debe caminar más.
Mientras Sakura guarda algunos de sus libros con el propósito de aligerar el peso de su mochila, un chico se acerca de manera precavida hasta ella.
