Capítulo 10; sembrando incertidumbre

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—¿Ya tomaste tus medicamentos?

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—¿Ya tomaste tus medicamentos?

—Sí, Sasuke —responde la pelirrosa.

—¿Cómo te sientes? —pregunta mientras examina su rostro con detenimiento, logrando así ponerla nerviosa por su cercanía.

Para Sakura es imposible que el toque de Sasuke le sea incómodo, incluso ahora que él está invadiendo su espacio personal, pero está mostrándose demasiado sobreprotector.

—Bien —contesta esquivando su penetrante mirada—. Hinata, Ino, ¿se quedarán al entrenamiento? —ambas asienten, por lo que intenta hablar nuevamente, pero la voz autoritaria de Sasuke la detiene.

—No es necesario que te quedes al entrenamiento —dice seriamente—. Ve a casa y descansa.

—Pero quiero quedarme —contesta con desilusión. ¿Acaso no quiere que esté ahí?

—Lo siento Saku, necesitas descansar. Te llevaré a casa, ¿está bien?

—Sí —suspira abrumada. Sabe que debe descansar, pero quiere quedarse con las chicas. Siempre trata de no perderse los entrenamientos, también son importantes para ella.

Después de eso regresan a sus clases, el día es aburrido, o al menos para Sakura estando enferma, lentamente pasan las tormentosas clases, dando por fin la oportunidad de retirarse.

—¿Segura que no irás? —insiste Ino antes de salir del aula.

—Segura, Sasuke tiene razón, la profesora Tsunade también me pidió que descansara. Mañana me cuentan como estuvo, ¿de acuerdo?

—Cada detalle, Saku —habla Hinata, sonriendo animadamente.

—Será aburrido sin ti —comenta la rubia.

—Vamos, Ino, solo será esta vez —dice Sakura tratando de que recupere el ánimo—, si no descanso tardaré más en recuperarme.

—Lo sé. Entonces te veremos mañana, cuídate.

—Espero que tengas una pronta recuperación, Saku —le desea Hinata.

—Gracias, ustedes también cuídense. Nos vemos mañana.

Sasuke aparece por el pasillo, encontrándose con las amigas de Sakura, las saluda rápidamente y después le dirige una mirada a la antes mencionada, apresura su paso para alcanzarla y una vez juntos se dirigen al estacionamiento para encontrar el auto del azabache, en cuanto suben en éste Sasuke lo enciende y se marchan al hogar de la pelirrosa.

—No es necesario que me acompañes hasta la puerta —dice apenas se estacionan—. No quiero que te demores más, o se te hará tarde —ella intenta besar su mejilla, pero Sasuke corre su rostro, logrando que bese sus labios, Sakura se separa de golpe y lo mira molesta—. ¡Sasuke!

—Lo siento —sonríe divertido—. No me enfermaré, y si pasa no me importa, necesitaba besarte —dicho eso se acerca nuevamente a su rostro y besa profundamente sus labios, esta vez ella no se resiste y le corresponde.

Ágilmente él desabrocha el cinturón de seguridad y termina por acercarse completamente al cuerpo de Sakura, pasa ambas manos por su cintura y se aferra a su cuerpo. Luego de unos segundos Sakura siente como se intensifica el beso, incluso siente que Sasuke está siendo un poco más brusco, cuando nota que una de las manos masculinas toca su pierna ella vuelve a la realidad, rompiendo el beso de golpe.

—Se te hará tarde —dice preocupada, abriendo la puerta del auto apresuradamente.

—No importa Sakura, al demonio el entrenamiento —trata de detenerla, pero la pelirrosa toma su mochila y sale del auto, cerrando la puerta con fuerza.

—Nos vemos mañana, Sasuke —se despide alejándose apenas de la puerta del auto, él la mira con frustración—. Lo siento —se acerca nuevamente y su cabeza se acerca a la ventana para besar fugazmente sus labios—. Te amo.

—Te amo. Trata de descansar.

—Lo haré, nos vemos mañana.

El azabache le dedica una última mirada y enseguida enciende el auto, para regresar a la universidad.

Sakura entra a casa y camina hasta la sala, deja la mochila en el suelo y se recuesta sobre el sofá, el día ha sido muy agotador. Decide tomar una siesta de treinta minutos para reponerse, luego de eso decide pararse del sofá para comer algo, cuando termina regresa a la sala por su mochila y sube a su habitación para hacer sus deberes, se demora tanto terminando que ya ha anochecido, guarda todo y toma una ducha y sus medicamentos, luego de eso cae rendida en la cama, deseando que mañana el día sea más favorecedor para ella.

...

Luego de unas horas la melodía de su alarma se hace presente, logrando que despierte instantáneamente, los medicamentos están haciendo efecto poco a poco, se siente más fresca y de mejor humor.
Se arregla, toma su mochila y sale rumbo a la universidad, el día parece pintar para bien, nada puede arruinarlo, llega a su casillero, donde pronto sus amigas hacen acto de presencia.

—¡Buenos días, amiga! —la saluda eufórica Ino.

—Buenos días, chicas —corresponde girándose hacia ellas, mostrándoles una amplia sonrisa.

—¿Cómo te sientes, Sakura?

—Mucho mejor, gracias por preguntar, Hinata. ¿Pasó algo en el entrenamiento de ayer? —la sonrisa de ambas desaparece en cuanto lanza esa pregunta, ¿acaso está mal que preguntar por ello antes que otra cosa?

—Sí —asiente Ino, mirándole con lástima.

—¿Por qué esa expresión? ¿Qué sucedió?

—Bueno... —duda, pero sigue—. Una chica estuvo en el entrenamiento.

El rostro de Sakura muestra confusión.

—¿Qué tiene eso de malo? —cuestiona la pelirrosa.

Hinata e Ino se observan entre sí con preocupación y vuelven su vista a Sakura.

—Ella estuvo muy pendiente de Sasuke, incluso cuando se terminó ellos se fueron juntos —suelta por fin la rubia.

—¿Qué?

Concéntrate en mí |SasuSaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora