Haruno Sakura es una joven universitaria que está cursando la mitad de su carrera, a lo largo de ésta ha conocido muchos chicos, pero ninguno ha podido cautivar su corazón, hasta que conoce a Uchiha Sasuke, quién estudia en la misma universidad pero...
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Son las cinco de la tarde, apenas está saliendo de la universidad y se encuentra exhausta. Tsunade y Sakura han tenido mucho trabajo, más del esperado. Son un buen equipo y Sakura está contenta porque su maestra se apoye en ella, por supuesto está encantada de ayudarla.
Entra a casa y de inmediato se tira sobre el sofá de la sala, tiene hambre y está realmente agotada, su mente le pide a gritos que cancele la salida y se quede en casa a dormir, pero es imposible, así que sin ánimo se incorpora y se dirige a la cocina para comer.
Echa un vistazo al reloj que está sobre la pared, son casi las siete de la tarde, termina de comer y con pesadez se dirige a su habitación, apenas entra a ésta puede visualizar su cama, la cual mira adolorida, su cuerpo le exige ir a recostarse, por lo menos unos minutos, pero ya no tiene mucho tiempo, así que entra al baño y toma una ducha, lo hacen con calma, quiere relajarse aunque sea un poco. Luego de unos minutos termina y comienza a vestirse. El tiempo pasa rápido cuando se trata de arreglarse, apenas ha terminado de peinar su cabello cuando observa la hora, son las diez en punto, por poco y se le hace tarde, sale de la habitación para apresurarse a la sala, pero pronto escucha que tocan la puerta, Sasuke ha llegado, camina rápidamente hacia ésta y la abre, encontrándose efectivamente con él, éste sonríe ladinamente y se inclina levemente en dirección al rostro de Sakura, para depositar un beso en sus labios.
—Estás preciosa.
—Gracias —agradece débilmente, mientras sus mejillas se tornan rojizas—. También te ves muy bien.
El azabache se ve realmente apuesto, la hace temblar de los nervios. Sasuke la acerca a su pecho con uno de sus brazos, sujetándola por la cintura y su boca se dirige al oído de Sakura.
—Tienen que saber que tu novio es apuesto, cariño.
—¿Para qué? —pregunta inocentemente.
—Para que no se atrevan a coquetear contigo, no pueden competir contra mí.
—Que cosas dices, Sasuke —dice divertida.
—Vámonos —la suelta, para después tomar su mano y caminar hasta su auto, ambos suben y enseguida él lo pone en marcha.
La casa de Naruto está un poco retirada, por lo que les tomará algunos minutos llegar. Sakura se acomoda en el asiento delantero, mirando detalladamente el perfil de Sasuke.
—¿Cómo te fue con Tsunade?
—Muy bien. Tuvimos más trabajo del esperado, pero logramos terminar, aunque fue bastante agotador.
—Entiendo. Me alegra que te haya ido bien, pero no debes exigirte demasiado, ¿aún te sientes cansada?
—Solo un poco —Sasuke la observa de reojo—. Estoy bien, en serio.
—Iremos solo un rato, para que puedas descansar.
—Sasuke —lo nombra con enfado—. Estoy bien, si no lo estuviera te hubiera dicho que no vendría.
