Haruno Sakura es una joven universitaria que está cursando la mitad de su carrera, a lo largo de ésta ha conocido muchos chicos, pero ninguno ha podido cautivar su corazón, hasta que conoce a Uchiha Sasuke, quién estudia en la misma universidad pero...
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—Aquí estás, estábamos comenzando a preocuparnos... —Hinata enmudece y una mueca de horror se forma en su rostro, enseguida sus ojos se cristalizan—. ¿Qué te sucedió?
Ino se apresura a la pelirrosa, la toma por los hombros y le da la vuelta, para así poder encararla, ambas se han puesto muy pálidas y Sakura se siente mareada, no puede pensar con claridad.
—¡¿Quién te hizo esto?! ¡Sakura! ¡Estás hecha un desastre!
—No quiero hablar de eso ahora... —dice en un hilo de voz, avanzando a la puerta mientras se tambalea, el cuerpo le pesa, lo cual hace más difícil mantenerse de pie.
—¡Espera! —grita Hinata.
Sakura ignora su grito y abre la puerta, arrepintiéndose enseguida, pues se encuentra con la mirada de Sasuke, quién, al igual que sus amigas, palidece al verla.
—¡¿Qué te pasó?! —pregunta alarmado mientras se acerca a ella, rápidamente pone ambas manos sobre el rostro de Sakura y comienza a analizarlo.
—Sasuke... —lo nombra con dolor y siente nuevamente sus ojos cristalizarse.
—¡¿Quién demonios se atrevió a tocarte?! ¡Dímelo, Sakura!
—Me resbalé... —susurra destrozada, mientras evita su mirada.
—¡No mientas! Ahora mismo me encargaré —la mira con dolor y rápidamente la envuelve entre sus brazos—. Mi amor... —la han herido, y al hacerlo también a él, quién sea el culpable no lo perdonará, pagará por lo que le ha hecho a su preciosa novia.
—Necesitamos hablar sobre el entrenamiento de ayer...
—Sakura, eso no importa, mi amor. Necesito llevarte a la enfermería, tu bienestar es mi prioridad.
—Ve con él, Saku, nosotros nos encargaremos de tus deberes.
—¡Estoy bien! —grita enfadada, con lágrimas en los ojos, ¿por qué no la escuchan?—. Terminaré las clases y nos iremos.
—No, Sakura, es una orden.
—¡No! —grita molesta. Las palabras de Tenten le han afectado, la ira se está apoderando de ella—. ¡No puedes manejarme a tu antojo!
Los tres se observan sorprendidos, es obvio, Sakura no suele comportarse de esa manera, ni ella misma se reconoce.
—¡¿Por qué no te vas y me dejas en paz?! —después de escupir esas palabras sale corriendo, a pesar de escuchar a sus amigas llamarla no mira hacia atrás.
Al llegar al aula sus compañeros clavan su vista en Sakura, trata de ignorarlos y camina hasta su pupitre para tomar asiento, recostando su rostro sobre la mesa y cubriéndose con sus brazos. ¿Por qué le está pasando esto a ella? ¿Qué ha hecho mal? Minutos más tarde las chicas llegan al aula, escucha como toman asiento y se murmuran cosas entre ellas, luego de unos segundos siente las manos de una de ellas sobre su espalda.
—Sakura, ¿qué pasa? —pregunta preocupada Hinata.
—Sasuke quedó pasmado ante lo que le gritaste, le afectó bastante —comenta Ino.
—Lo quiero lejos de mí —susurra tratando de no llorar.
—¿Por qué? ¿Qué sucedió?
—Me engañó —presiona sus labios con fuerza, le duele tanto decirlo, aunque ni siquiera está segura de que sea cierto su mente grita que sí—. La chica con la que se fue ayer es la misma que estaba con él en la fiesta de Naruto.
—¿Cómo estás tan segura de que te engañó? Es Sasuke, él no te haría tal cosa, es imposible.
—Ella me lo dijo —dice con frustración—. Fue ella la que me golpeó en los sanitarios.
—¡¿Qué?!
—¡¿Por qué no se lo dijiste?! ¡Sakura! ¡Ella intenta intimidarte, está jugando con tu cabeza! —suelta Ino.
—Es cierto, ella está provocando que dudes y pelees con Sasuke —le da la razón Hinata—. No dejes que lo haga Sakura, eres mejor que ella.
—Pero estuvieron juntos, no mintió.
—Habla con Sasuke, deja que te explique —intenta hacerla razonar Hinata.
—No lo sé, chicas —duda—, no quiero hablar con él por ahora, necesito aclarar mis pensamientos y tranquilizarme.
La clase inicia, por lo que tienen que dejar de conversar. Luego de algunas horas terminan sus clases, apenas tiene la oportunidad de marcharse del aula lo hace rápidamente, necesita ir a casa. Va directo a su casillero, deja algunos libros y lo cierra, camina un poco y se encuentra con Sasuke y Tenten. Su corazón se rompe un poco más, muerde su labio inferior para aguantar el llanto y empieza a caminar, ignorándolos.
—Lo siento, Tenten, no tengo tiempo para ti ahora —dice secamente, mientras pasa su mirada por los pasillos, es la hora de retirarse y si se descuida la pelirrosa puede marcharse sin él.
—Está bien, Sasuke —acepta tristemente.
Por dentro la castaña se siente furiosa, Sasuke ni siquiera le presta ni un poco de atención por pensar en la idiota pelirrosa. No será fácil, Tenten no es nadie para el azabache, tan solo una simple compañera.
Sakura se desvía del pasillo, pero Sasuke alcanza a verla, por lo que camina rápidamente tras ella, importándole muy poco que Tenten se quede sola. La castaña no puede evitar molestarse por aquello, pero no se quedará de brazos cruzados, por lo que se dirige sin prisa hacia donde Sasuke. El ver que Sakura huye de él ayuda a calmar su mal temperamento, pues el miedo y la inseguridad ahora están dentro de la cabeza de la pelirrosa, es un blanco sencillo, pues es muy débil y fácil de manipular, si ahora mismo pelean Tenten se meterá para empeorar la situación. Sasuke será suyo, sin importarle que tan herida salga la pelirrosa, pues en el amor y la guerra todo se vale.
