- Dime linda, ¿Ahora qué piensas de él?- Demon preguntó coqueto, Dark solo se quedó callada, al ver que ella no pensaba responder se inclinó encima de ella no muy lejos de su oído y en vos lo suficientemente alta para que yo también pudiera escucharlo se dispuso a hablar,- Hice todo esto por ti, y mírame ¿Qué gano yo?- Continuó Demon haciéndose el sufrido mientras agarraba la cara de Dark con fuerza, haciendo que esta abriera mucho los ojos, él se quedó mirándola ensimismado en la expresión de horror que tenía Dark impresa en la cara.
- Lo que gano es que tú te enamores de otra persona, de alguien que no te ha dado nada- Continuó acercando su cara a la de Dark, solo debo aguantar un poco más, no puedo hacer todo sin pensarlo dos veces por más que esté muriéndome por ello.
- Yo no necesito nada- Masculló Dark resistiéndose y mirándolo con odio, ella al parecer se estaba resistiendo tanto o más que yo por lo que le escupió en la cara con desprecio. Él se limitó a mirarla con furia, limpiarse y continuar fríamente.
- Claro que si necesitas algo.- susurró Demon, para después acercar su cara a la de Dark y besarla. Cuando se separó, al parecer, Demon se llevaba aguantando desde hace mucho por lo que se acercó más a su rostro lamiendo la mejilla de Dark haciendo que ella gritara y pateara al aire, Demon la inmovilizó y comenzó a besarle el cuello haciéndola gritar más, estaba aterrorizada.
Esa fue la gota que derramó el vaso y yo ya estaba ardiendo en furia, era mi oportunidad, podía descargar todo mi odio, corrí lo más rápido que pude y con ayuda de la espada de Dark corte su cabeza la cual cayó encima del pecho de Dark.
- ¡Light!- Dark gritó de felicidad.
- ¡Dark! ¿Estás bien?- Corrí directo a ella haciendo una barredora para quedar justo en frente de ella.
- ¡Claro que sí! y ahora todo estará bien.- Decía Dark casi chillando, tenía los ojos llenos de lágrimas y sonreía plenamente, verla así me encantaba. Ella se acercó con cuidado al cuerpo decapitado de Demon para agarrar un collar del cuello del muerto y romperlo haciendo que todo desapareciera y nos encontráramos en la sima del Empire State.
- Lo lograste Light, ¡liberaste a toda América!- Exclamó Dark desbordando alegría y euforia para después lanzarse a abrazarme.
- No, liberamos a América- Dije sonriendo correspondiéndole el abrazo y después volver a rodearla, después de todo las cosas habían acabado, ya no habían más demonios, y si teníamos suerte nunca habría otro.