CAPITULO V: ¿TU NOVIA? CLARO QUE SÍ

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El mejor beso de toda mi vida con el hombre perfecto, este hombre me gusta y no lo dejaré ir, así que le correspondo al beso e  introduzco mi lengua en su boca hasta entrelazarla con la suya, tiene unos labios muy suaves que me hacen sentir muchas sensaciones extrañas. Me separo para tomar un poco de aire y aprovecho para mirarlo, tiene la mirada puesta en mis labios, los levata y me mira de una forma que me deja sin ideas, esos ojos verdes que resaltan su piel morena.

- ¿Quieres que vayamos a otra parte? - maldición, quiere lo mismo que todos los hombres. Creo que no lo pude disimular por que enseguida agregó - No me refiere a una cama, solo que pense que querías ir a tu casa, o quieres ir a la mía,no estariamos solos por que allí está mi madre y Laura mi hermana. 

- A tu casa - reí y lo tomé de la mano para llevarlo hasta la motocicleta, me sentí como una estúpida.

Estaba realmente feliz con este chico, es lo mejor que me ha pasado en la vida, lo rodee con mis brazos y pude ver una sonrisa en sus labios algo que me agradó de sobremanera. Se detuvo en un barrio donde algunos chicos lo saludaron, bajó de la motocicleta y practicamente me cargó hasta poner mis pies sobre el suelo. Algunas chicas nos veían, a él lo saludaban a mi solo me veían con indiferencia, pude darme cuenta que Daniels les encantaba y eso me hizo sentir celosa, recordé la morena que lo acompañaba cuando el accidente y no pude evitar pensar que tal vez era su novia. ¿Y yo que pintaba en su vida?

- Esa es mi casa, vamos sigueme. - señaló una casita de color azul y puertas blancas,  tomó mi mano llevándome hasta su hogar. Cuando abrió la puerta un rico olor llegó a mi olfato. - ¡Mamá! ¡Laura! - salió a nuestro encuentro su madre, lo deduje por la edad, una señora de tez morena, estatura alta, delgada y muy guapa.

- ¡Hola hijo! - se acercó y le dió un beso - ¿Quién es esta preciocidad de niña? - dijo dándome un beso en la mejilla, su acento era chistoso pero bonito.

- Es Isabella, mi novia. - el sonrió mirándome y yo solo me quedé allí sin aclarar ese punto. ¿Cuándo me había pedido ser novios? ¿Y la chica morena? - Isabella ella es mi madre. 

- Es un placer conocerla señora - traté de ser cordial aunque la verdad no me cosataba mucho ya que la señora era simplemente encantadora.

- Te felicito, tienes una novia muy hermosa - dijó la chica morena con la que lo había visto.

- Gracias hermanita - ¿Hermanita? Que vergüenza y yo pensando que tal vez era su novia.

Se hicieron las debidas presentaciones y Daniels me convenció de quedarme a comer con ellos, yo accedí gustosa, nunca había probado ese tipo de comida pero para ser honestos estaba deliciosa, algo que le hice saber a la madre de Daniel, la señora Martha De la Vega. Ayudé a recoger la mesa y lavar los trastos cosa que nunca había hecho pero que me pareció correcto.

Me despedí y cuando estabamos a punto de subir a la motocicleta mi móvil sonó con aquella canción de Britney Spears que tanto me fascinaba, ví la pantalla y era el imbécil de Charles no pude evitar maldecir en silencio y contesté.

- ¿Pasa algo?

- ¿Dónde estás? ¿Por qué no has llegado aún a la casa? - el idiota gritaba.

- Yo no tengo por que darte explicaciones así que no te molestes en volver a llamar. - colgué, Daniels me veía conlas cejas levantadas y una mirada seria.

- ¿Puedo preguntar quién era? - quiso saber y como no tenía nada que ocultar le dije la verdad.

- Mi tío Charles, el imbécil que va por la vida atropellando personas. - comenzamos a reir sin parar hasta que el se acercó lo necesario para darme otro beso, esta vez fué un beso dulce y cálido que hizo que mis rodillas temblaran y mi entrepierna la recorriera una corriente electrica que me dejaba con ganas de más, quizá mucho más de lo que imaginaba. Me separé con algo de miedo pero no por el si no por lo desconocido. Si me pide en este momento que vayamos a un hotel creo que no dudaría en aceptar, este chico me tiene loca, demasiado loca.

- ¿Y cuando decidiste que éramos novios? - lo miré con una sonrisa, moría de ganas por saber su respuesta.

- Ahora ¿Quieres ser mi novia Isabella? - su mirada parecía la de un tierno infante.

Al carajo el mundo y por supuesto Charles, haría lo que quisiera y lo que mas quería en este momento es volver a besar a este hombre.

- Claro que sí, ahora te ordeno que me beses. - por supuesto que lo hizo dejándome extasiada, este chico realmente ponía mi mundo de cabeza.

- Creo que

-Es tiempo de que te lleve a tu casa, pero mañana paso por ti en la tarde, ¿Que te parece?

- Perfecto, a las cinco está bien. 

Subimos a la motocicleta con destino a mi casa, le dí la direccion entre carcajadas y piropos por parte suya, estaba tan feliz porque por  fin pasaba algo lindo en mi vida. Llegamos y me acompañó hasta la entrada, me apenó un poco que viera donde vivía, obviamente era una niña rica pero para nada mimada. Su mirada se volvió triste y extraña y yo sentí que mi corazón se quebraba.

- ¿Vives aquí? - pude notar un poco de tristeza en sus palabras algo que me dolió, no quería que por ese motivo se alejara de mí.

- Sí. - no lo podía negar.

- Solo espero que esto... - dijo señalando la mansión -... no nos separe. Te veo mañana bonita. - me dió un dulce beso y sin decir más se fué en su motocicleta negra. Me quedé allí parada viéndolo hasta que se perdió de mi vista. Una voz me hizo volver a la realidad, era Charles y ¿Ahora que quería?

- ¿Quién es ese tipo con el que te estabas besuqueando Isabella? - me reprendió con dureza.

- No tengo por que darte explicaciones, me voy a dormir. Hasta mañana. - pasé frente a el sin siquiera mirarlo y para cuando me disponía a subir las escaleras tomó con fuerza mi brazó y me jaló haciéndome daño.

- A mi no me dejas con la palabra en la boca niña, me vas a decir en este momento quién era el idiota con el que estabas. Te comportas como una maldita golfa - sus gritos resonaban en el silencio, lo miré con odio y repulsión tratando de soltarme pero su fuerza no se comparaba jamás a la mía.

- ¿De verdad quieres saber quien es? Pues te lo diré Charles Wellinstone, ese chico es mi novio y de ahora en adelante lo verás mas a menudo y si no te gusta la idea pues cómprate una casa y lárgate de la mía, por que te recuerdo que es mi casa.- que se creía este idiota, a mi nadie me llamaba golfa y se quedaba muy tranquilo.

Su mirada demostraba cada vez más furia me soltó  y sin previo aviso me dió una bofetada en la mejilla derecha que me hice arder de enojo, me lancé sobre el y le devolví su obsequio con todas las fuerzas que me fue posible. Salí corriendo escaleras arriba sin darle tiempo a que me detuviera, al final de la escalera solo me detuve para gritarle.

- La próxima vez que me vuelvas a tocar te largas de mi casa y no es una amenaza Charles, te lo juro. - entré a mi habitación y ya dentro le puse llave a la puerta por si intentaba entrar, el llanto llegó a mis ojos inundando mi rostro. Ese maldito me las pagaría, de eso estaba segura. Jamás dejaría a Daniels por su culpa. Los golpes en la puerta me sobresaltaron, era el gritando y maldiciendo hasta que se cansó y se fué de allí. Me sentí más tranquila cuando el ruido de un motor sonó en el silencio de la noche, me asomé por la ventana y era el auto de Charles, por fin se iba el desgraciado solo esperaba que no regresara nunca, no tenía idea el bastardo de lo mucho que lo odiaba. 

SALVADA POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora