QUINCE° Padre

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*Un mes después...

Regresó a la escuela todo marcha bien nadie pregunta por mi desaparición al parecer los Profesores tenían todo preparado antes de irme aunque no he visto a mis amigos ni siquiera a Anderson.

No he querido recordar esa noche, ese beso, ese cálido abrazo...

—¿Elías quieres aportar algo sobre el tema?

—Yo... —Tengo que responder aunque sobre qué, eso me pasa por no poner atención, tocan el timbre todos se apresuran a guardar sus libretas en sus mochilas.

—Nos vemos y por favor repasen lo que vimos... —Me despido del profesor.

Algunos se forman en sus respectivas filas del transporte escolar, quién diría que ya nos faltaría dos meses para terminar este último año en la secundaria.

Paso por varias calles y antes de llegar a mi casa voy a la papelería para comprar los materiales que pidieron los Profesores.

Llego a casa al entrar veo a mi hermana quien baja corriendo las escaleras.

—¡Hermano! —La cargo.

—¿Qué pasa? —Veo a mi padre bajando entre sus manos trae las maletas de ambos.

—-¡Nos vamos! —No voltea a verme su auto se encuentra estacionado, abre la cajuela mete las maletas y cierra.

—¡No, no nos vamos a ir contigo!

Voltea a verme se acerca y me arrebata a mi hermana ella patalea, lo sigo hasta salir afuera.

Me agarra del brazo y me sube en el auto trato de escaparme pero le pone seguro.

Arranca maniobra con el volante, acelera, veo los autos pasar a nuestro lado, mi hermana llora, él nos ve por el retrovisor.

—¡Cállate, acaso no ves que lo hago por su bien!

—¡No calles a mi hermana, esto no esta bien, nos estas secuestrando sin el permiso de nadie, eso no esta bien! —Gritó no puedo controlarme.

Sé que esto acabara muy mal, trató de salir de aquí es imposible doy manotazos en la ventana, capturó la atención de algunas personas.

Mi padre no hace caso y acelera un poco más, la lluvia comienza hacer estragos en el camino. 

—¡Maldita seas con este clima!

Algo se atraviesa él trata de esquivarlo pero solo logra que derrapemos saliendo de las vallas protectoras  y rodamos colina abajo, los vidrios se rompen.

Todo huele a humo, no siento mi cuerpo trato de moverme pero no lo logró, buscó a mi hermana pero no esta, mi padre se encuentra inconsciente.

No puedo respirar siento mis párpados cansados y veo tanta sangre.

Miro mi sudadera y tengo clavado un vidrio ¡duele! 

Escuchó las sirenas de la ambulancia...

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UN AMØR INFERNALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora