CINCO° Paseo

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¡Todo había cambiado!

Mi madre no se encontraba en casa.

Todos los días se la pasaba trabajando, mi abuela nos preparaba de desayunar, a veces de comer y cenar ya que ella también tenía que cuidar su casa.

—¿En qué piensas hermano? —Volteo a verla, ella está sentada comiendo una manzana.

—En nada hermana.

Ella me mira por un rato mientras yo pienso en la escuela.

—¿Oye hermanito y si salimos?

Me acosté en la cama y me tape con la almohada.

¡No quiero salir a ningún lado!

Pues espero la llamada de mi hermano.

En solo pensar que le habría pasado algo me ponía tan mal.

Tal vez no me llevaba bien con él pero era mi hermano él que estaba afuera por estas calles que solo tenían sucesos tan trágicos.

Me animé a pasear con mi hermana así que salimos: ella llevo un par de muñecas y su mochila preferida que era de unicornio.

Pasamos por las calles algunas veces nos deteníamos a ver algunas que otras cosas hasta que nos detuvimos en esa misma banca donde Nicol había aventado mi botella de agua.

Sentado espere a mi hermana que jugaba con sus muñecas aunque al poco rato me rogó que jugara con ella y no tuve más remedio que hacerle caso.

Después de un rato ella fue al columpio, luego empezó a correr hasta que se tropezó y tuve que cargarla para irnos a la casa mientras ella lloraba.

Al entrar a casa mi madre nos estaba esperando sentada en el sillón.

—¿Dónde estaban?

—Fuimos a pasear.

—Ya veo y por eso no cuidaste a tu hermana, no ves que es muy pequeña.

Ella agarró a mi hermana la sentó en el sillón y fue por el botiquín.

—¡Duele mami! —Ella trató de quitarle el algodón.

—¡Callate porque también tienes la culpa para que vas con él si no te sabe cuidar!

Mi madre seguía limpiando la herida, agarró un poco de algodón y le puso un pedazo de cinta.

—Listo ahora vete a tú cuarto.

Mi hermana fue a su habitación.

—Ven por acá.

Mi madre me agarró del brazo  con fuerza hasta que llegamos a la cocina me soltó.

—En esta casa hay reglas que respetar mira cómo me traes a tú hermana lo primero que me prometiste cuando nació "te prometo que la cuidare mami" pero eso fue tan falso como tus calificaciones me aviso la directora que no has ido a la escuela ¿porqué Elías quiero saber?

—Yo miró a mi madre que se ve cansada y molesta —Porque tú no estas en casa como siempre además mi abuela es la que nos cuida, es la que nos hace de comer pero tú nunca estas es como sí ella fuera nuestra madre.

Antes de que mencionará algo más mi madre me abofetea.

—Eres un malagradecido crees que soy responsable de que te vaya a dejar a la escuela, ¡no! no soy responsable tú eres él que asiste a clases no yo.

Me voy a mi habitación ya no quería seguir escuchándola.

Creo que al final de todo Cony siempre será su favorita.

Sea cuál sea, haga lo que haga, nunca me querrá como a mi hermana y eso ya lo tengo bastante claro.

Y eso no lo puedo cambiar pero no por eso voy a dejar de querer a mi hermana...¡eso nunca!.

—¡Elías ven acá, no me dejes platicando sola, Elías!

¡No puedo con este muchacho se a vuelto tan rebelde!

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UN AMØR INFERNALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora