UN AMØR INFERNAL

CUATRO° Adiós

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Despierto  por los gritos que se escuchan mientras mi hermana llora y mi abuela trata de calmarla.

—Abuela —Ella voltea a verme, me doy cuenta que su rostro esta manchado de lágrimas.

—¡No vayas Elías! —Me levantó de la cama, Cony corre hacia a mi para abrazarme.

Mi abuela va detrás de mi hermano voy con ellos.

—¡Callate Renata!.

—¡No me calles infeliz! —Mi madre empuja a mi padre.

—¡Ya callense los dos! —Mi hermano se interpone entre ellos.

Ambos se voltean para vernos, sus caras demuestran sorpresa y angustia al vernos aquí viendo esta escena tan consecutiva.

—Hijos ¿qué hacen aquí? —Mi madre se acerca a mi hermana pero ella me sujeta con fuerza.

—Mi hermano se acerca y se para en frente de mi madre —No te atrevas acercarte.

Mi madre se ve triste ante la respuesta de mi hermano mientras mi abuela esta atrás de mí.

—¿Hijo pero cómo me pides eso?

—Él la interrumpe —Estoy hartó de que tú y mi padre estén discutiendo cada rato cada vez que tienen la oportunidad sin importarles que nosotros los estemos escuchando.

—¡Eso no es cierto!

—¡Claro que sí!

Ambos se fulminan con la mirada.

—¡Ya basta! —Todos volteamos a ver a mi padre —no querías más mentiras para nuestros hijos, ¡esta bien!, niños su madre y yo nos vamos a divorciar.

Cuando escuché lo que había dicho no podía creerlo.

Sí se que cada rato discutían pero no pensaba que llegaría hasta este punto.

Significaba que alguien de los dos se quedaría con nuestras custodias tal vez nos separarían ya no volvería a ver a mi hermano y a mi hermana..

—¡Así que con esa estamos padre!

—¡No me retes Alexander!

—Él se acerca un poco a mi padre —Yo pelearé por las custodias de mis hermanos.

—Mi padre comienza a reírse —Tú un simple niño.

—No soy un niño  tengo 18 años y puedo pelear por las custodias de mis hermanos.

—Hijo, no lo hagas ¡por favor te lo ruego! —Mi madre se arrodilla.

—¡Me das tanto asco y ni pienses que voy a dejar a mis hermanos aquí contigo y menos con él!

—Mi hermano se para del suelo va hacia a mí me da un beso en la frente y me susurra al oído —Regresaré por ustedes.

Él se acerca a mi hermana y le da un beso en su cabello.

Le da un abrazo a mi abuela.

—Promete que protegerás a mis hermanos.

—Claro que sí mi niño —Acaricia él rostro de mi hermano y él sonríe.

Sin decir nada más sale de la casa se detiene a ver el cielo que amenaza con llover no le da importancia y se va  sin mirar atrás.

¡Te extrañare!

Le deseo todo lo mejor hasta volvernos a encontrar.

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