Edd y su escuadrón se han estado preguntando que fue lo que ocurrió durante el episodio "Mirror, mirror" ¿Quien era esa chica que salto por el espejo? La curiosidad los lleva mas allá de donde deberían, llevándolos a crearse un problema mayor donde...
-¡Edd!- gritó Ell casi afónica, su voz estaba desgastada y ronca, simplemente ya no podía gritar más, estaba exhausta, sucia, mal herida y en lágrimas por la desesperación.
Entre el humo, finalmente, logró divisar una figura -¡Chicas, por aquí!- avisó a las otras que corrieron a lo que quedaba en el campo de batalla.
Ell cayó de rodillas ante la figura que descansaba apenas viva en el frio y aspero suelo, su llanto se intensificó más mientras tomaba la mano helada de su compañero y la calentaba con su aliento.
-Edd...vamos soy yo...- le animaba esperando que este abriera los ojos.
Tras un par de segundos,esto dió resultado.
-¿E-Ell...?- preguntó entrecerrando los ojos pues le era imposible usarlos bien con tantos golpes, la mano que la chica sostenía se movió a el rostro de la misma, acarició su mejilla con delicadeza y se mantuvo ahí. -Aún así, te ves como estrella de cine- dicho esto sonrió débilmente con la boca ensangrentada.
La chica correspondió su sonrisa y de sus ojos brotaron un par de lagrimas más, luego limpió la sangre y el polvo de su rostro. Edd uso esa misma mano para, con el pulgar, retirar las amargas lágrimas.
-¿Prometes que te cuidaras?- preguntó con un hilo de voz débil que era lo más que le permitía su garganta.
Ella soltó un sollozo que tenía guardado -N-no digas eso...volveremos a casa pronto, lo prometo... -
Edd soltó una corta risa -No prometas cosas que sabes que no vas a cumplir...- dirigió su vista a los ojos de la chica. -Prométeme que vas a cuidarte, abandonaras esto si es necesario- fue interrumpido por una tos que se apoderó de su pecho.
Cuando ella miro a su pecho vio lo que quedaba de su traje, hecho pedazos y ensangrentado por una herida profunda.
-Lamento no poder seguir pero... Nos veremos luego ¿Esta bien, Latita de Cola? - sonrió acercando su rostro.
-¡Edd, no vas a morir!- gritó la otra con desesperación. -¡No puedes irte! ¡no puedes dejarme! ¿Me oyes?¡No te vayas!- las lagrimas ahora brotaban como una abundante fuente, los ojos se inchaban más cada segundo.
-Edd...te necesito... Yo te... -
-Shhh..- la calmó el otro -También yo a ti... - después de esto, cerro los ojos para no volver a abrirlos jamás.
Ell se lanzó al cuerpo del chico abrazándolo con fuerza mientras lloraba y gritaba, se quejaba, sentía una punzada en el pecho que la atravesaba como una espina.
-No te vayas...- empezó a susurrar. -...Por favor... -
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-¡EDD!- gritó Ell levantándose del suelo de golpe, sus ojos estaban cristalizados y su respiración era rapida, incluso eufórica.
