...—Vos sos muy guapo mi amor—Nina oprimio una risa que quería salir por lo absurdo que eran los celos de su novio
—También puedo ser tu Peter Pan—hablo con un tono seductor se acerco ella y la tomo de la cintura—¿Vos serias mi Wendy?
—Claro que si—respondió NinaElla giro y quedaron frente a frente, paso la manos por el cuello de él y con una sonrisa en el rostro empezo a acortar la distancia. Se besaron con devoción y es que desde la llegada del pequeño ya no había tiempo para ellos mismos. Las manos traviesas de Gastón acariciaron la espalda desnuda de Nina por debajo de la fina remera del pijama.
—Esta el pequeño—murmuró Nina—no podemos
—Erick esta dormido amor—respondió Gastón—y además tenemos que cumplir el deseo de nuestro hijo ¿No crees?
—Vamos a la habitación—respondió Nina sediendoCaminaron despacio hacía la habitación pero al pasar por la de su pequeño este se encontraba parado en la puerta abrazado a su osito de peluche.
—¿Que pasa campeón?—Gastón alzó a Erick y lo acostó de nuevo en su cama—¿Tuviste una pesadilla pequeño?
—El capitán Garfio me llevaba—Erick hizo un puchero y se aferró a su fiel amigo de peluche
—Tranquilo que nadie va a llevarte—Gastón sonrió—nadie va alejarte ni de mami ni de papiErick asintió y escuchando las palabras de su padre se durmió.
Gastón salio lentamente de la habitación tratando de no despertar al pequeño. Camino hacía la de él y se encontró con Nina acostada en la cama con sólo la remera que alguna vez perteneció a él y ahora ella usaba de pijama.—¿Se durmió?—pregunto Nina
—Si soñó que el Capitán Garfio se lo llevaba—Gastón dejo escapar una risa—le explique que eso nunca iba a pasar y se durmió
—Veni acostate—Nina palmeo el colchón suavementeGastón termino de desvestirse quedando solo en boxer y se acostó al lado de Nina.
—No tengo sueño—hablo Gastón
Nina sonrió, sabía lo que significaba. Ella se acomodo encima de su novio, tomo su rostro en un beso intenso y empezaron lo que sería una batalla ardua entre su boca. Gastón tironeaba de la remera de su pequeña hasta que por fin pudo sacarsela.
—Sos hermosa—susurro
Ahora él se encontraba arriba explorando cada rincón de la anatomía perfecta de aquella mujer. Gastón busco con su manos el broche del sostén y se lo quito dejando caer dos hermosos pechos. Tomó uno con su mano y lo estrujo suavemente haciendo que ella suspiraba. Acomodo su cara y subciono su pezón derecho haciendola estremecer.