MARATÓN 3|5
Gastón tomó a Nina entre sus brazos y la llevó hasta su habitación, le saco su ropa y le puso la remera que usaba como pijama. La acomodo entre las sábanas y le preparó un te con miel porque sabía que eso la ayudaba a relajarse.
—¿Dónde esta Erick?—pregunto en un murmullo Nina
—Esta con Matteo—respondió Gastón apoyando la taza en la mesa de luz y sentandose a su lado—No te preocupes
—En algún momento tengo que enfrentarla Gastón—suspiro Nina—No puedo estar con miedo toda mi vida, necesito terminar con todo esto de una maldita vez
—No creo que sea un buen momento para que hables con ella—él acarició su pelo suavemente—no estas bienNo quería ser cobarde, no quería darle ese ejemplo a su hijo. Pero se le hacía difícil enfrentar a su mamá, a una de las personas que le arruinó su adolescencia.
—¿Qué ejemplo le estaría dando a nuestro hijo?—los ojos de Nina se llenaron de lágrimas— Que su madre es una cobarde que no puede enfrentarse a su pasado, a su madre y prefiere huir antes de verle la cara a esa mujer
—El ejemplo que me diste mí desde que nos conocimos— Gastón se acostó a su lado y Nina escondió la cabeza en su pecho, es que con él se sentía segura—Sos la mujer más valiente que conozco, pasaste por cosas horribles en tu pasado pero que las supistes enfrentar y salir adelante y hoy lograste formar una familia y darme lo mejor que tengo junto a vos, a nuestro hijo
—Porque siempre estuviste vos—
murmuró—Yo no hubiera podido sin vos mi amor, simplemente no hubiera tenido un motivo para seguir después de todo lo que me hicieron pero vos estabas ahí y tu amor fue mi salvación y ahora nuestro hijoGastón sintió que una lágrima rebelde caía por su mejilla,ver a Nina tan vulnerable le hacía tanto mal.
N O T A
¿Qué tal? ¿hay alguien?