Capitulo 7

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Capítulo 7



La casa de Lili era realmente humilde. El barrio era tranquilo y su casa era común, por lo que pude ver es que vivía con su madre... y su hermana.

Como no me anime a tocar el timbre, le mande un mensaje de texto que estaba afuera esperándolo y ella vino, pero en la puerta pude ver a su hermana y a una señora grande (que debía ser la madre observándolo todo).

Me imagino a Lili contándole que va a salir a una noche extraordinaria, con el modelo Stanley Silver conocido por todas las personas por salir en portadas de revistas y en televisión.

Cuando entro al auto, yo trataba de hacerme el que no me daba cuenta con las miradas de su familia, por lo que ven, puedo ser bastante antipático cuando quiero.

—Como lo siento... —Dijo ella con una sonrisa tímida.

—No hay nada de qué preocuparse...

Dije mientras me dirigía a su rostro lentamente para proporcionarle un beso en la mejilla. Cuando roce mis labios con su piel, sentí que tenso todo su cuerpo y me di cuenta que realmente la chica me gustaba pero no como yo creía que me gustaba.

— ¿A dónde vamos a ir?

—Bueno tengo un lugar especial para ir... siempre voy y me la paso muy bien...

Note que estaba nerviosa, podía sentir su respiración agitada, sus cachetes colorados y que cada dos segundos mordía su labio inferior lo cual me ponía demasiado nervioso. Su tono de piel comenzaba a cambiar... eso indicaba su sentimiento de "nerviosismo". 

La chica era realmente inocente.

Miraba la ventana encantada por estar en auto con alguien famoso, pero me daba ganas de decirle que yo no era como todos los famosos eran... o que las chicas creían que era.

Tenía los labios pintados de un rojo intenso, que cualquier hombre se perdería en ellos y estaría mirándolos, se relamerían su boca y se acercarían para lograr un beso ardiente.... Pero en cambio ¿Yo? No.

Llevaba una minifalda azul corta, con lo cual también cualquier hombre básico se impactaría con sus blancas y delgadas piernas... lo cual yo no estaba para mirarle ninguna parte de su cuerpo, en cambio ella cada cinco segundos desviaba sus ojos hacia mi rostro.

Creo que le gusto y está bien.

Creo que eso hacen las personas normales... gustar de otras personas y así sucesivamente.

—La verdad no creí que alguien como tú me invitara a salir...

—Tranquila, solo quiero que te relajes...

—Lo estoy.

—No lo creo.

Ella se rio nerviosamente, mientras se retiraba su pelo dorado brillante y con creo que diez pasadas de plancha.

—Olvídate de que soy famoso...

—Es que es algo que no se puede...

Suspire.

Ella lo noto, pero me miro luego con la ceja levantada.

— ¿Tú no tienes novia? Esa tal Lana Collins...

—Si.

No iba a discutir algo que era demasiado imposible porque ya todos sabían que andaba con ella, porque hicimos de nuestra relación algo público, pero tenía que inventar algo para que mi chica se olvide de esa parte importante de mi vida y pase a la segunda etapa de porque todos salimos a las noches... porque salimos a divertirnos.

Descubriendo El Color De La Sangre (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora