Capítulo 30

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Capítulo 30



Mi madre me miro con los ojos bien abiertos, mientras llevaba su mano a su mejilla que estaba colorada como un tomate.

Me dolía la mano...

Le había pegado demasiado fuerte.

Me había dejado llevar por mis impulsos, han sido más fuerte que yo mismo. La odiaba tanto que la quería muerta pero todavía no podía empezar a matar a personas que eran cercanas a mí, y menos a mí madre.

Ella se quedó en silencio parecía que había visto un fantasma, se hizo a un lado y yo no dije nada... ahí permanecimos en silencio unos varios segundos.

—Tú me haces enojar.

—Tú estás loco.

Suspire, y ella negó con la cabeza, mientras no me sacaba la mirada hacia mí.

— ¡Te parece gracioso pegarle a tu madre!

—No...

Ella se acercó y me pego un empujón haciéndome tambalear. Mire hacia abajo y le di la espalda para encaminarme lejos de ella.

—Vete de mi casa—Susurre.

Si seguía teniendo discusiones con ella, todo terminaría muy mal. Asi que debía irse de mi apartamento lo más antes posible.

No tenía ganas de estar deshaciéndome de su cadáver, no ahora, podrían sospechar que la única persona que podría haberla asesinado era su hijo.

Incluso Paul con lo asustado que esta, podría declararme como culpable, sabiendo el odio que le tenía a mi madre.

Matarla ahora, no sería un buen momento.

— ¡Te descargaste, esto era lo que querías hacer!

No conteste, y mire hacia la ventana.

"Cuenta hasta diez, Stanley."

— ¡No lo puedo creer, te has transformado en lo que siempre supe...!

— ¡Si...! Dime que soy para ti, madre.

Me di vueltas y ella me miro a los ojos, y sabía que estaba asustada. Estaba respirando fuertemente y en posición de ataque.

— ¡Dímelo!

—Un... psicópata.

¡Enhorabuena madre! Has descubierto quien soy, lo que en verdad soy. Pero ahora no debía reconocerlo, así que me reí.

Mi madre me quedo mirándome como si fuera un monstruo, lo que soy exactamente, pero soy un monstruo en secreto.

—Madre, ves muchas películas.

— ¡No! Eso no es verdad...

—Yo no soy psicópata, tú realmente no sabes cómo son los psicópatas...

— ¿Lo que hiciste recién te parece muy bien?

—Tú agotaste mi paciencia...

—No es excusa, para justificar lo que hiciste...

Me quede pensando.

Te matare cuando tenga la oportunidad, querida madre.

—Lo siento.

Nunca pensé que me hallaría pidiéndole disculpas a mi madre. Pero ahora estaba pidiéndole perdón, para ganarme su confianza, no podía ponerla en contra ya que todos estaban en contra mía, esto me beneficiaria.

Descubriendo El Color De La Sangre (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora