Cuídala Bien [KaiLuka]

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—¡Juro que no volveré a hacerte caso nunca en mi vida! —se quejó Kaito entrando en la cafetería vacía.

—Hey, no es para tanto —lo empecé a calmar.

—¡¿No es para tanto?! —aumentó su coraje y su tono de voz—. ¡¿Tienes idea de cuantos trastes sucios se generan al día aquí, en la escuela?!

Al no saber que decir preferí guardar silencio recibiendo una mirada fulminante por parte de él.

—Oye —le dije—, Kaito —no me respondió—. Vamos, ¿no me vas a hablar?

—Mejor no. No vaya a ser que me vuelvas a meter en problemas.

Comentó entrando a la cocina donde un montón realmente grande y repugnante de platos y ollas sucias estaban esperando ser lavadas por nosotros.

—Te odio —murmuró entre dientes.

—No exageres, lo que hicimos no fue tan malo.

—Si para tí, no es tan malo tratar de sobornar a la hija del director para que aparezca en tu estúpido vídeo de harem, está bien. No fue tan malo.

—Mejor cállate y comienza a lavar para acabar más rápido —respondí atando mi cabello—. Para que veas que no soy malo, te dejaré enjuagar.

—Vaya, que bondadoso eres, Kamui Gakupo —dijo con sarcasmo.

—Lo sé, soy un santo.

Tras exhalar aire, miré cómo se levantaba las mangas del suéter y se disponía a acercarse al lavabo para comenzar nuestro castigo.