-03-

142 18 0
                                    

Mi despedida de soltero era algo que me entusiasmaba tanto. Sentía que así me preparaba para ser su esposo, un esposo que dejaba atrás a ese alguien que alguna vez fue.

Kaito invitó a todos nuestros amigos, y a los que teníamos tiempo sin ver, los invitó también. Yo nunca me imaginé lo que Kaito tenía en mente. Supuse que nos la pasaríamos como todos los hombres en una fiesta así, bebiendo y bromeando sin nada fuera de lo normal a excepción del motivo de todo el revuelto.

Cuando él tomó el volante fue lo mejor de todo. No me dijo a donde íbamos, me sentí un poco traicionado al ver que los demás sí lo sabían. Pero lo mejor era permanecer con la duda todo el camino. Nos detuvimos en unas instalaciones muy extrañas, la señora de la recepción no necesitó preguntarle su nombre y nos indicó a cual habitación ir.

—¿Quién de ustedes se va a casar? —nos preguntó el hombre alto y de color que nos esperaba ahí. Len fue tan gentil en apuntarme con el dedo—. Bien, felicidades —me estrechó la mano—. ¿Cómo te sientes?

—Pues... Bien —dije confundido aún por no saber qué estaba haciendo yo ahí, y cómo ese tipo sabía de mi compromiso. Todos se rieron al pensar que no lo decía totalmente convencido.

—¿Ya le dijeron? —inquirió el hombre luego de sus carcajadas.

—No, aún no —informó Kiyoteru a la par que negaba con la cabeza. Una vez más comenzaron a reír.

—¿Alguien me puede decir qué está pasando aquí? —pregunté ya un poco cansado de tanto misterio por parte de mis acompañantes.

 —Mi nombre es Bob —se presentó estrechando mi mano, luego pasó su brazo alrededor de mis hombros y me encaminó a la ventana—. ¿Ves ese helicóptero de ahí? —afirmé con la cabeza— ¿Te gusta?

—Sí.

—¿Te gustaría dar un paseo en él?

Volteé a verlo a él y luego a mis amigos, quienes no paraban de sonreír.

—Sí —respondí.

—Bien, Gakupo —me dijo—, ¿sabías que tienes unos amigos realmente buenos?

—¿Qué quieres decir? —pregunté con ingenuidad.

—¿Sabías que hoy cumplirás tu sueño? Ese el de saltar desde un helicóptero en un paracaídas.

Me sorprendió la sencillez con la que había dicho tales palabras, me quedé boquiabierto y todos comenzaron a reír a más no poder. Giré un poco y voltee a ver a Kaito, sólo él podía haber planeado algo así.

Ese día fue inolvidable, es el único día de mi vida que no dejaré ir cuando me case con Luka.

Cuídala Bien [KaiLuka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora