Antología de cuentos de un perspicaz charlatán (Ciudad de unos Don Nadies)

Ordem y Mora Nicondioncal

Como estas pequeño niño?
Acaso tienes un problema que no he oído, porque tienes una cara, que, pobrecillo, lo que habrán hecho contigo...

El Señor Sonriente, no parece darse cuenta de que el niño lo mira con intenciones vacias
El Niño nunca tuvo muchas ganas de adentrase en el placer, en las máquinas, en la Niña, le daba pavor esa cara metálica por la que te introducían y tenias que adentrarte para llegar, a la inútilmente nombrada la Llamada.

Señor, ¿Por que sonríe para gentes tan vacias como estas? Que se encuentran en un astio terrenal del cuál su gran inteligencia no las deja escapar...

Porque, mi Niño, sus frágiles mentes no tienen lo suficiente.

¿Y cuando es suficiente, señor?

Cuando se vea conveniente...

Y cuando, ustedes, los de las manos libres, dejaran estos países y dejaran que hagan sus propias fuentes hechas de sangre, sudor y lágrimas...

Cuando sus mentes, incapaces pero certeras, no nos sean utiles.

Cuando no seran utiles si somos capaces de cosas enormes...
¿Usted a visto las montañas, señor?

Si, Niño...

¿Cómo cree que llegaron ahí?

Con el Señor Tiempo se fueron formando de a poco, nubarrones de tierra, altura, capacidad, fortaleza y rudeza...
También por la señora Naturaleza, capaz de dar los elementos y atribuirlos a su magia...

Espero que usted no pierda la cabeza, Señor Sonriente...Las montañas fueron hechas por el hombre...
Porque sin el hombre, no serian llamadas montañas, existirían, pero no serian lo mismo que son ahora, con estos parajes llanos que las rodean, de piedra gris y hierro...

Pues al parecer he perdido la cabeza, porque solo puedo ver a un niño que cree que la tiene tan clara como un capullo en flor, cuando ni siquiera sabe nombrar las letras del abecedario

Y usted cree que necesito de sus palabras infieles, traicioneras y rastreras para servirme, cuando puedo armar mi propio vocabulario y llenarlo de constantes...

Y por lo que veo...¿Cómo vas a crecer Pequeño Niño? Si tú, que no crees en el tiempo, ni en la naturaleza, ni siquiera, y me aclaro... En el espacio... ¿Cómo creceras impune de todos estos revoltijos?

De la misma forma en que a crecido nuestra montaña, creceré por la raza humana, por los hombres, nunca por alguien externo a su raza, y cuando me refiero a raza hablo de todos, los humanos, porque la tierra que cosechamos, la tierra que devoramos, y todo su recuerdo inversivo, nunca distinguió entre blanco, negro, ruso, estadounidense, chino, azteca, vietnamita,nazista,marxista,socialista,izquierdista,comunista,capitalista,y otra diferencia o separación...
cuando uno come y se abastece de la tierra...
Es solo una hormiga buscando entre la arena...