Eso.

30 4 0
                                    

Llevaban 1 y treinta minutos en esa sala, el castigo terminaba en dos horas, sentados en esas sillas incomodas de hierro y madera, un sonido bastante molesto reinaba la habitación, el sonido que hacía las uñas chocar la mesa de roble. Necesitaba salir, era su primer castigo, él era un chico bastante alegre, servicial e inteligente, era bastante popular, estaba en varias clases, todos lo conocían por su carisma y por ser el portero del equipo de fútbol,  pero tenía esa esencia tímida, reservada y responsable.

-Necesitas mujeres. Dijo el chico que estaba sentada atrás de él, susurrando un poco pues no podían hablar.

Y sintió su cuerpo tensarse.

- ¿D-de qué hablas?

"Shh" la mujer que se encontraba sentada con cara de velorio dijo algo molesta mientras cambiaba de pagina la revista que estaba leyendo.
No era algo de otro mundo, pero se sintió bastante incomodo, a él no le gustaba eso, cuando era un pre-adolescente se dio cuenta, que él no miraba a las niñas como lo hacía el resto, nunca pasó por su mente acosar chicas en el baño, u otras cosas que hacían sus amigos. Entonces solo pensó en actuar normal.

-Ya sabes, tu mismo lo dijiste, estás caliente y yo conozco lugares en donde pueden ayudarte con el problemita
-No es una problema, bueno eso creo, a-aparte dudo que nos dejen entrar, tu tienes 17 y yo 15, en esos lugares solo entran mayores. Sí muy buena respuesta dijo a si mismo. 
-Tranquilo, en esos lugares como le dices no hay ningún tipo de control, así que no te preocupes, tengo contactos. -dijo guiñando divertido, Mariann era mayor, cuando se conocieron en la escuela él se veía mayor que el resto, se veía más conocedor y acostumbrado. Cuando se hicieron amigos Dom lo había ayudado a pasar de grado, y así todos los años.

Bajó sus llaves en la mesa que se encontraba en el pasillo, el pasillo estaba con más luz de lo normal, su mamá había abierto todas las ventanas, una ventana grande que daba a la casa del señor M.
Entró a la cocina y su mamá estaba preparando una sopa que cuyo olor podría percibirse desde lejos, amaba la comida que preparaba su mamá, no lo comía seguido porque la mayoría del tiempo cocinaba él.
-Buenas noches señora bonita. Su voz llena de amor, y un beso el la frente hizo que ella sonría.
-Buenas noches hijo, te quedarás  a cenar, ¿verdad?
-Con mucho gusto, iré a bañarme. -se acercó a la puerta para salir de la cocina, retrocedió
-Uhm, creo que saldré a la noche, ¿dejarás que lo haga?
-Déjame pensarlo. -decía mientras cortaba más verduras.

Cerraba sus ojos mientras las gotas frías de agua chocaban con su cuerpo, deseaba que Marianno no haya hablado en serio, pensaba también en que estaba haciendo demasiado drama, pensaba en muchas cosas.
Bajó a la sala y encontró en el sofá un albúm de fotos, el mismo de la mañana. Con curiosidad lo agarró, se sentó y lo colocó sobre sus piernas, el libro estaba viejo, era bordó con bordes dorados, y algo gastado, en la primera página había un titulo "Family", cambió de página y había una foto de su mamá, o eso redució, no había cambiado mucho, su pelo rubio ahora era un poco gris, su sonrisa y dientes perfectos, estaba sentada sobre una manta, al fondo se veía como una playa, había personas sentadas o caminando, y ella tenía una camisa blanca con un sombrero, cambió de página y en esta había tres pequeños espacios patr tres fotos, pero solo habían dos, en una había una niña rubia, era algo pequeña, tendría como 7 años, estaba su mamá y su tío, entonces pensó, seguro la niña era su tía, como una foto de hermanos o algo así, en la otra foto estaba la niña sola, rubia, sonriendo y marcando sus lindos hoyuelos, era la misma niña de las fotos. Siguiente página, estaba arrancada, aún estaban los bordes rasgados, y así siguió cambiando de página, muchas páginas rasgadas, algunas fotos mezcladas, lo que llamó su atención fue que solo habían fotos antiguas, ninguna foto actual con la niña de las fotos, o con su tío, ninguna foto actual.
Al escuchar a su madre acercarse se levantó y acercó a ella, ayudándola a traer la comida.

No hablaría del tema, no quería verla mal, ella parecía estar bien.

Recuerdos De Una Prisionera. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora