Mariann se estaba llevando todo el protagonismo en este almuerzo, no dejaba de hablar con el padre de Luka, se veía como un hombre de negocios muy importante, traía un guante en la mano derecha y en la izquierda anillos. Me sentía incomodo como si sobrara.
-Entonces crees que así perdiste la virginidad. -dijo entre risas.
-¡El poste casi me desgarra!
Comenzaron a reír, Luka también reía.
Habían guardias en cada puerta, parecía un lugar muy seguro un poco sospechoso pero seguro. El almuerzo terminó y una mujer un poco vieja trajo el postre.
-Debo retirarme jovenes, soy una persona ocupada. -se despedía mientras se limpiaba la boca.
-Cuando no. -comentó desanimado Luka.
-Muy lindo tu amiguito, Luka.
Sentí mis mejillas sonrojarse.
-Bueno ahora que se fue les mostraré lo que tengo. -se levantó y caminó a las escaleras.
-Uf, hace tiempo no comía torta helada. -habló con la boca llena.
-Tonto. -sonreí mostrando mis hoyuelos.
-Iré a ayudarlo. -dijo Mariann. -Tú quedate aquí, esos escoltas aún no te conocen.
Asentí y me quedé esperando mientras degustaba mi postre.
Había mucho ruido en la casa, como si hubieran visitas, algo que no pasaba seguido, daddy decía que ella si escuchaba algún ruido debía permanecer callada pero la curiosidad la mataba.
Una vez me conoció a un chico por una foto, Gerard dijo que era su hijo y que él nunca debía verla. Su habitación era la más grande de la casa pero no podía distinguirse entre el empapelado.
Mariann se había perdido, hacia tiempo que no venía a casa de Luka, no pudo ver dónde entró, así que estaba abriendo una por una las puertas, había una mesa donde habían velas y adornos, una fotografía colgada, Luka de niño en brazo de su padre, no pudo evitar reír en ese ínterin movió la mesa y echó una de las fotos que estaba allí, era la de una chica rubia vestida de una manera... ¿infantil? La miró unos segundos y la volvió a poner en su lugar, no sabía que Luka tenía una hermana.
La curiosidad mató al gato está vez no era un gato, era una chica rubia con tutú. Asomó la cabeza por la puerta, había un chico algo desorientado al final del pasillo mirando de un lado a otro, tenía rizos preciosos, sonrió traviezamente y se quedó mirandolo, él giró y la miró también con los ojos abiertos como platos ella le sonrió, parpadeó una vez y ella ya había entrado.
Pensó que sólo fue una alucinación pero él no había fumado nada. Le restó importancia. Gracias a Dios no había ningún guardia allí.
-Hey Ma, vente pues. -llamó Dom.
-Es-estaba buscando a Luka. -dijo aún perdido.
-Bueno, basicamente eso es todo lo que pude obtener, seguiré buscando obvio. -sonrió amable.
Y así pasaron la tarde/noche, riendo y analizando cada persona, comieron dulces y vieron peliculas.
Marianno no quiso preguntar pero esa sonrisa estaba en su cabeza presente.
Julise
No sé que pasaba conmigo reía jugetonamente en silencio, tenía siempre en mente lo que dijo mi amo, nadie puede verme, nadie puede tocarme, pero ese chico me vio y yo le sonreí fue muy divertido ver la expresión que hizo ¿Quién será? El ruido seguía y yo necesitaba otro tipo de emoción en mi vida, empezaré a divertirme y molestar a ese chico ¡Seré un fantasma!
Oh mala idea, Ju, mala idea.
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Recuerdos De Una Prisionera. [PAUSADA]
Teen FictionUna adolescente es secuestrada junto a su hermana menor por 18 años, las separan y la obligan a ella a prostituirse, luego de años las vuelven a juntar, la niña ya no era una niña, era la sumisa de un hombre poderoso. Cansado de ver sufrir a su mad...