- 25 - Mi Pequeña Gatita, Final

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Cuando él tuvo todo hecho, me llevó hacia el sofá y nos sentamos (yo en sus piernas).

-Cariño - me sonrió - adivine quién es mi hermosa princesa - me besó la frente y puso el biberón enfrente de mi boca - creo que le crecieron los colmillos - negué abriendo -

-Yo soy - dije para cuando él puso la boquilla -

-Exactamente, usted lo es, ahora, supongo que no le ocurrió cosas peores de la que vi - me detuve - ¿o sí? - negué algo insegura para luego seguir.

Cuando terminé, él quitó mi biberón y acercó el plato de comida.

-Un trocito por cada respuesta - me avisó - qué otra cosa más hizo - preguntó -

-Me dejaba en la oscuridad y... No comía mucho -

Suspirando me dió de comer hasta la mitad y luego se detuvo.

-¿Le gusta o está obligándose porque tiene hambre? Recuerde que puedo hacerle lo que quiera - asentí- muy bien cariño, sigue - inflé mis mejillas - no pucheros muñeca -

-tenía un palo que daba descargas -frunció el ceño - era molesto y dolía- apretó los labios -

-Muy bien, ¿eso es todo? - asentí.

Al terminar de comer, subimos a la habitación nuevamente, me dejó en la cama y me cubrió, me dejó el ratón al lado, besó mi cabeza y apagó la luz. Acto seguido, lo vi poner la correa en una cosa de metal que no había visto antes, en la cabecera de la cama.

-A-a a donde... Vas? - se volteó -

-Tengo que hacer unas cosas antes gatita - abracé el muñeco - vendré cuando menos te lo esperes y luego dormiremos juntos ¿sí? - asentí - muy bien -

Cuando salió, cerré los ojos.

☕🗝️🍪

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-preciosaa - escuché de repente, abrí los ojos y enfrente de mí estaba Sebastian, olía tan bien, me tiré encima restregandome, él reía.

Se sentó y me acomodó en sus piernas.

-Cómo está mi...

¡BUM!

-¡Sebastian! Pero... ¡qué haces con esta embustera! ¡Por qué no estás con una mujer de verdad! -

Sebastian se paró conmigo en brazos y me dejó parada ante la presencia de Grell que había tirado la puerta de la entrada (al menos... No fue la pared o algo más)

¡Me imagino si hubieramos estado en la cocina! ¡Mi biberón! Y... ¡Mi atún! ¡A mi me encanta mi atún!

-Vengo a llevarte cariño, ya encontré la solución a este problema, por que, como todos saben, obviamente yo debo ser la feliz esposa de mi Sebastian -quería razguñarle la puta cara -

Justo ahí, William apareció y me miró juzgandome.

-Qué horror, Calabaza - w-wow, él me decía así solamente cuando empecé, luego comenzó a decirme por mi nombre.

-L-lo lamento - susurré - yo no quería -

-S-señorita - Sebastian me tomó de la cintura negando hacia mí.

-Hemos recibido una notificación del mayor Shinigami, dijo que te traigamos de vuelta, obviamente si no quieres no podemos obligarte porque incluso estás en custodia de un demonio, y eso contrarresta nuestras normas, pero dijo que tratemos de convencerte - suspiró - por favor, ven -

Gata por equivocación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora