Me besó, reí y me acerqué un poco más, pero grité al sentir que alguien jaló mi cola fuertemente.
-Lo lamento petirroja! Y también lo lamento por ti mayordomo, pero la necesito - me tomó de la mano y me jaló - mañana, necesito que tú, cariño, seas mi novia en una fiesta, ya que, muchos hablan de ti, no hay casi ningún comentario negativo, y mañana publicarán en el periódico este evento, será divertido, tú, petirroja, serás muy reconocida, necesito más respeto, por lo que... - me sonrió - haremos un trato, miró a Sebastian - se lo diré sin él aquí - negué -
-E-es... Yo no...
-exactamente - riñó serio y me jaló hasta el puesto de Ciel, él nos miró después de terminar de escribir en una libreta.
-Qué ocurre? - sonrió falsamente-
-Te haré un trato Ciel - encarnó una ceja, Aleister me tenía agarrada del brazo muy fuerte, me dolía y no podía soltarme - Ella hace de mi novia en el baile de mañana y yo te daré publicidad - sonrió -
-Ammm, claro, por qué no - volvió a pegar la mirada en la hoja - por cierto, no le jales la cola, le duele - decía distante - bien, vete Aleister, ya tienes lo que querías, ya tengo lo que quiero, mañana ella estará en tu fiesta - sentí que su agarre se profundizó -
-Bien, es un trato, nos vemos mañana petirroja, por cierto - me atrajo rápidamente y besó mis labios de forma fugaz para luego soltarme e irse.
-Duele! - gemi y acaricié mi cola, sentí a Sebastian detrás, la acarició tomando mis muñecas suavemente con una mano, comenzó a besar la marca en mi brazo que Aleister había dejado, suspiré, aún olía delicioso, quería abrazarlo, pero aún me dolía y me gustaban sus caricias.
-Mañana, necesito que vayas para esa fiesta... Ay... Un error de cálculo, este no es un 3, es un... No-
-Q-qué? No quiero ir - me miró unos segundos -
-Es tu culpa por ser tan... Tan tierna y eso - tachó algo en su libreta - por cierto, gracias, gané mucho -
-Sebastian... No quiero ir - lo miré -
-Lo lamento bebé - me besó -
-Ahg! Son demasiado melosos - me miró - tú, siéntate y Duérmete o... Yo que sé, necesito que se vayan o algo, por lo menos unos minutos - Sebastian me abrió la puerta y salimos.
Caminamos un poco por el lugar.
-Sebastian, quiero leche - rió - qué ocurre? - lo miré -
-Nada princesa, le daré su leche en casa, si? - asentí -
-Antes no me gustaba, no entiendo, ahora me encanta - acarició mi cabeza -
-No ha comido los dulces verdad? - negué -
-Me dijiste que no los comiera - me miró y se detuvo -
-Abra la boca - la abrí, él tocó mis colmillos - bien, todo correcto, pero, crecieron un poco, pensé que se había terminado todo hace un tiempo - me besó de nuevo - no le duele nada? - negué pero miré mi brazo - lo arreglaremos en la mansión, se le quedará una marca si no lo curo -
-Gracias - murmuré - quiero irme, tengo... Sueño - lo abracé - te odio, debería odiarte, por qué no puedo odiarte? - rió -
-No lo sé, tal vez... Es mi aroma - me besó la frente -
-Amo tu aroma - dije en un murmuro - tengo hambre - lo miré -
-Bien, vayamos a ver al Conde -
Al volver, Ciel estaba dormido, Sebastian lo cargó y cerró la tienda, comenzamos a caminar hasta llegar a un callejón.
-Quédese aquí, volveré en unos minutos de nada, no se mueva, me ha oído? - asentí -
Él se fue corriendo a su velocidad.
A los segundos, vi unos gatos acercarse a mi, instintivamente sonreí y me senté, muchos se acercaron y rasguñaron un poco mis piernas pero eso por alguna extraña razón no me molestaba. Estaba tan entretenida que no vi a Sebastian, lo miré.
-Qué ocurre? -
-Nada Gatita, vamos - me cargó y sentí unos golpecitos en mi parte trasera -
-Oye! -
-Es que se ha manchado con polvo - rió - listo, pero la volveré a bañar -
De ahí, solo sentí el viento en mi cara y en un momento se detiene.
Estabamos en su habitación, me bajó.
Se agachó y...
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Gata por equivocación
Fiksi Penggemar-G-Grell estás seguro de esto chico? - -Chica! - exclamó - -Chico, chica, es lo mismo! - -No lo es para mi - contestó algo molesto - ## Ese demonio estúpido. Yo como una honorable shinigami, y ayudante de Grell al empezar, lo ayudo. ## -Ayúdame...