Gata por equivocación

- 5 - No Quiere Matarme!

Sebastian tocó la puerta.

La abrió y me jaló un poco.

Al entrar vi a Ciel, el cual se cubrió la cara.

-No quiero creer lo que veo, eras a la única persona que le confiaría mi alma, y viene este descerebrado a hacerte un gato - me miró de reojo- por qué -

-N-no fue Sebastian, fue Grell, tenía que trabajar para él...

-Un castigo? - preguntó al levantarse -

-No, como aprendiz, se va de abajo para arriba, de los Shinigamis más comunes hasta los más importantes, sin pasar por el Supremo - me acerqué un poco, hasta quedar enfrente de su escritorio, el cual, encima de éste habían muchas hojas algo desordenadas, un té y un pastel en un platillo -

-Es de verdad? - se acercó lo vi observarme de reojo, jaló mi cola en un avistamiento de su escritorio, por lo que no lo pude detener, lancé un grito pequeño alejándome un poco - Lo siento - decía algo seco - no tengo alergias - comentó - un punto a favor -

-C-Ciel, no tengo a donde ir, no soy considerada un Shinigami y Sebastian no quiere matarme - encarnó una ceja -

-Por qué él, habría de matarte -

-Porque así, el alma del gato saldrá y yo podré ser libre de esto -

-Pues, adelante, Sebastian, hazlo - sonreí, Sebastian rió y acarició mis orejas con ambas manos -

-Ya han pasado las 24 horas en las que el alma no se encontraba adherida, si la mato, la mataré completamente - sonrió y dió un beso en mi nariz -

-_____- me llamó - no hay otra forma? - miró con asco mi cola -

-N-no, solo eso, N-no... No puedo creer que me quedaré como un gato para siempre - unas lágrimas salieron -

-P-pues... Quédate, es lo menos que puedo hacer luego de que me ayudases tanto la vez anterior - se acercó un poco y tocó mis orejas - pensé que eran falsas -

-Pues... No lo son - me crucé de brazos aún sintiendo aquellas gotas saladas recorrer mi mejilla -

-Bien, pues, qué te parece si ustedes dos se van a pasear, o lo que sea, yo no necesitaré a Sebastian por un largo rato-

-Señor, tiene clases de violín en diez minutos - añadió -

-Pues decide, llevar a tu novia, o enseñarme violín a duras penas - sonrió -

-My Lady, acompañeme a dar un paseo por Londres - tomó mi mano y le jaló un poco para salir de aquel despacho, Sebastian, al cerrar, me tomó de la cintura y se acercó a besar mi cuello - a dónde desea ir con mi compañía? -

-A ver a Claude Faustus, te parece? Es otro Demonio, seguro me mataría sin decir ni pio - me miró encarnando una ceja -

-Me aseguraré de tener aquello en cuenta - me acercó por la cadera, con una mano, acarició mis orejas - No la dejaré huir, por cierto - Sonrió - Venga, iremos hacia el centro, de seguro le gusta algo - besó mi frente -

-Deja de tratarme así - rió -

-Se sonroja, es adorable -

-Qué se supone que haré con esto?- señale mi cola y mis orejas -

-Pensarán que es un disfraz, venga - me tomó suavemente de la mano y me jaló un poco para ir hacia abajo, velozmente por las escaleras.

Salimos, me tomó en brazos y dijo en un susurro: "Sujétese"

Cerré los ojos y me tomé de su cuello. Encerré mi cara en su pecho.

El viento era fuerte, o él iba muy rápido, sentí una que otra hoja golpearme el brazo.

Al detenerse, me acarició la cabeza mientras me bajaba y me dejaba parada en el suelo.

Estábamos en un callejón.