El comienzo

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Otro día, otra semana, parece que para mí no avance el tiempo. Sigo en el mismo lugar que hace cinco años.

Reconozco que no todo a sido oscuro, antes solía pasarlo bien, tenía a mi buen amigo Cosme, con el que hablar de nuestros gustos y sincerar mis más profundos pensamientos.

De un día para otro desapareció, sin despedirse, eso no era propio de él. Al principio me asuste.

-¿Donde esta Cosme?—Recorría todo el vecindario, pero nadie me respondía—.

Mi madre consiguió hablar con el nuevo vecino, el que se había mudado a casa de Cosme, este le conto que se habían mudado a otra zona.

Saberlo me rompió el corazón, pero por otra parte me alegraba de que estuviera bien.

Desde entonces no é vuelto a confiar en nadie, sé que es absurdo pero no lo puedo evitar, incluso Mia, la chica que me gustaba, ya no quería hablar más con ella, aunque sigue siendo preciosa.

Solo con esto se resumirían mis últimos cinco años de vida.

-¿Que hago ahora? Estoy terminando mis estudios, — lo único que me motiva es huir de esta región de pobreza y delincuencia —.

¿Que crees que era?¿ un campo de rosas? Claro que no! en este lugar dividido en regiones solo unas pocas gozan de un alto nivel de vida. Si, así es, vivo en Vetra una región pobre, aunque no la que más, yo y mi madre subsistimos con mucho esfuerzo, aunque no es nada imposible comprar comida o ropa, se convierte en algo imposible llegar a casa sin que te lo roben.

Como consecuencia de la pobreza se han formado bandas las cuáles se dedican a robar y amedrentarnos con su presencia y amenazas.

¡No los aguanto! Siempre abusando de los más débiles, o de los solitarios, como yo.

Obviamente la policía no hace nada, no quieren molestar a estas bandas, las cuáles pagan por su silencio.

Sigue lloviendo, è conseguido llegar al autobús pero estoy empapado, no podía perderlo, era el último y como siempre está casi vacío.No paro de pensar un plan para poder sacarnos de aquí a mí y a mi madre. La mejor solución es acabar rápido mis estudios y ayudarla con su trabajo.

¡Maldita sea! Ahí están, creo que son los de la banda de Fredy. Bajo mi mirada y cabeza, no quiero que se fijen en mí.

Creo que es mi día de suerte, han pasado de mí. Aunque me preocupa la señora del fondo, siempre vamos nosotros en este bus, en los mismos sitios, nunca è hablado con ella pero creo que es como yo, me agrada su cara despreocupada...

¡Nooo! Le están diciendo algo, no logro escucharlos pero creo que le están robando el collar...ahh...¿¡Por qué no puedo!? Quiero ayudarla pero esto es la vida real, los golpes duelen, duelen mucho, quiero ser un héroe pero tengo miedo, no soy capaz de moverme un milímetro.

Cuánto más los escucho reírse peor me siento, lo siento señora, soy un cobarde.

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora