El idiota con traje

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Mientras Lena seguía investigando los libros yo comence a practicar un pequeño ejercicio que Baro había pasado por alto por ser un ranto arriesgado.
Este consiste en sacar mi alma de nuevo pero a una pequeña escala, como un traje o un disfraz. Una vez consiga hacerlo lo siguiente es mantener el alma lo más oscura que pueda. Como ya os e contado mi alma tiene un color verdoso y según mis emociones la intensidad del color disminuye o aumenta. Para este caso necesito oscurecer, por eso la emoción que me ayudara será algo triste o que me enfade así que sentado en el suelo en una posición cómoda comienzo el ejercicio.
Lena me había explicado claramente lo que el ejercicio recomendaba, es difícil mantener el alma en esa pequeñisima escala mientras tu te cabreas.
Mientras yo continuaba practicando Lena muy seria como siempre seguía observando los libros y comparando su información. De vez en cuándo se acercaba a la ventana para reflexionar ydarme alguna indicación.
El ejercicio no me llevo mucho realizarlo correctamente aunque claro esta con algun susto durante la adaptación a éste.
Cuanfo ya estaba siendo la hora de comer tenía que regresar a casa para ver a mi madre así que recoji mis cosas, coji un par de libros que Lena me había ordenado leer para adelantar trabajo. Acepte a regañadientes y cuando me disponía a salir por la puerta, note como su mano agarraba mi muñeca, ella mirando hacía otro lado y sin dudar me dijo:
-Si quieres puedes volver está noche, necesito que vengas conmigo.
Esta frase me dejo sin palabras y yo, como un borrego, acepte con un movimiento de cabeza, salí de allí lo mas rápido que pude y cuando estaba lo suficientemente lejos no pude aguantar más la sonrisa que se abría paso en mi rostro.
Llegue a casa y mama ya tenía la comida hecha, así que puse la mesa y nos sentamos a comer, de nuevo, el comandante emitía uno de sus mensajes de amenaza diciendo que casi tenía al culpable y que pagaría por los daños ocasionados. La verdad es que ya nadie le hace caso, creo que desde lo ocurrido se a obsesionado y se está volviendo un poco loco al no poder encontrarme peró de momento estoy tranquilo, no hay nada qué pueda delatarme.
Despues de una larga conversación con mi madre, acabamos de comer y recojimos la mesa entre los dos, asi que decidí que ese era el mejor momento para preguntarle o más bien decirle que hoy volvería a casa de Lena.
Cuando se lo dije ocurrió lo que ya pensaba, volvio a preguntarme por ella, si ya habia conocido a sus padres, que donde vivía y que nos habíamos cojido mucho cariño últimamente.
La verdad es que tube que esquivar las preguntas como pude y retirarme a mi cuarto a prepararme, la verdad es que estaba nervioso, no sabía que ponerme ni como peinarme ni nada. Así que no me quedo otra que pedirle consejo a mi madre, esta ilusionada se metió en mi habitacion y despues de muchos conjuntos encontramos el adecuado la verdad es que al mirarme al espejo me veo raro, este no es mi estilo para nada pero ya es tarde para cambiar así que salgo corriendo de casa, la verdad es que no puedo disimular mi sonrisa y cuando llegó a casa de Lena y llamo a la puerta me pongo lo mas serio que puedo sin parecer ridículo.
Cuando esta abre la puerta y veo que lleva la misma ropa que esta mañana veo que algo va mal.
-¿Que haces?-preguntó Lena mientras se tapaba la boca para disimular su risa-.
-Nada¿Por que lo preguntas?
-Porque vienes demasiado elegante como para hacer lo que tenía pensado.
-¿Y que es lo que tenías pensado?
-Ir a buscar juntos mas muñecos, me dijeron que ha llegado un nuevo cargamento al vertedero.
La verdad es que me siento un poco estúpido pero no me importa, me gusta que haya pensado en mi para acompañarla, aunque sea a un vertedero.
Salimos de su casa u jos metemos en el alcantarillado, recordemos que hay toque de queda y no se puede salir de noche, mientras vamos hacía el vertedero no dejo de fijarme en la sonrisa de Lena, esta muy contenta y eso me alegra. Cuando llegamos al vertedero aún hay gente trabajando por allí asique esperamos a que se haga un poco mas de noche.
Mientras yo y Lena comenzamos a hablarxe tonterías, los dos nos reimos pero sin llamar la atención.
-jajaja-Lena no paraba de reirse.
-No te rias que no me hace gracia, ahora mi madre quiere hacer una reunión familiar para conocerte.
-Y yo que culpa tengo Silvio, yo no piedo decirle que no, tengo que ser buena con mi suegra jajaja.
Estuvimos un rato con la misma conversación y bromeando hasta que sin querer pregunte cuando me presentaría ella a su familia, las risas se cortaron de golpe y un silencio frío se adueño de nuestra conversación.
-Nunca se lo había contado a nadie pero creo que tu eres la persona en la que más confio. Yo me crié con mi madre y mi hermano, mi padre había muerto por una enfermedad asi que mi madre trabajaba todo el día para poder pagarnos la casa, a causa de esto empezo a tener una serie de problemas que le afectaban física y mentalmente así que de un día para otro no pudimos encontrarla de nuevo, a mi me afectó mucho  no sabia que hacer pero mi hermano pequeño me ayudó a que eso no me afectará tanto, el siempre estaba sonriendo, saludaba a todo el mundo y no podía estarse callado ni cinco minutos, así que tuvimos que irnos a vivir a aquel motel en las ruinas, estabamos muy felices allí pero de un día para otro mi hermano volvio a enfermarse como ya le había pasado antes, nuestros vecinos que vivían como nosotros en las ruínas nos ayudaron en lo que pudieron, yo no podía ni siquiera pensar en que el tambien me abandonaría. Finalmente mi hermano murió y solo me dejo un pequeño muñeco con una sonrisa el cual siempre llevaba por el sector en su aniversario. No dire que era un heroe pero murió con una sonrisa y rodeado de gente que lo quería de verdad.

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