Pagando deudas

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Rebuscando en las cajas del trastero solo conseguí dos cosas, desordenar este y enfadar a mi madre. No creo que se hubiera enfadado si le hubiera dicho que estaba buscando cosas de mi padre, en cualquier caso buscaba alguna cosa, una foto, ropa o aunque solo fuese el nombre.
La verdad es que estoy bastante obsesionado desde que mi madre me dijo que le recordaba a el.
No pasa nada  necesito centrarme en otros asuntos y resolver dudas más triviales que las de mi padre, si nunca me había importado hasta ¿ahora porque ahora si?

Fui de nuevo al sector L, al motel de Lena, como siempre me recibía de forma descortés pero al cabo de un rato ya formaba parte de su cuarto.
Le llevo libros que tengo en casa y alguno que me "dejan" en el Instituto. Aunque ella si sabía leer nunca había leído ninguna histórica, la primera vez que le traje uno no me hablo en días, simplemente dormía y leía. Estaba contento por ella, ya me ha estado explicando con detalle todo lo que me había dicho anteriormente.
Esta tarde después de ir a clase fui como siempre a visitar al señor Baro pero esta vez no estaba en casa, incluso me dejo una nota donde decía que había descubierto como bajar sin ayuda pero que no dejara de visitarlo, a pesar de que me pareció raro me alegre por el y rápidamente se me ocurrió visitar a Lena. Prepare como siempre un libro para regalarle, dos bocadillos, una manzana y fui rápidamente, tenía ganas de conversar con ella ya que estos dos últimos días estudie para recuperar el tiempo perdido por el cierre del instituto.

Llegue a su motel, fui hacía las escaleras, las subí y vi que la puerta de su habitación estaba abierta, eso me extrañó ya que su manía con la privacidad aumento desde que yo , como ella dice, había invadido su cuarto.
Me acerque a la puerta y pude ver a Lena rodeada de sus peluches, estaba llorando desconsoladamente a oscuras. No pude decir nada pero logre dar un paso al frente y encender la luz. Ella me miro, con sus ojos castaños inchados y rojos de llorar.
Yo no daba crédito a lo que estaba viendo, todos los peluches de Lena estaban tirados y destrozados. Lena  se levantaba todos los días y recorría el vertedero en busca de "pequeños amigos" como a ella los llamaba. Aun no me a explicado por que razón pero me cabrea que alguien le haga esto a mi amiga.
-Lena ¿que a pasado? puedes confiar en mi ¿quien te ha echo esto?—dije mientras me acercaba—.

-Dejame...no quiero hablar con nadie —dijo mientras volvía a llorar—.

-¿Porfavor? Solo quiero ayudarte, dime que ha pasando y quien te ha echo esto.

-Silvio... gracias pero no quiero preocuparte, son problemas míos.

-Lena, ya me conoces lo suficiente como para saber que no dejare pasar esto, dime quién te ha echo esto.

-Los que aún vivimos en el sector L no podemos vivir aquí de forma gratuita, debemos pagarle a una banda para que nos dejen vivir en paz aquí, por eso los días de cobro muchos escapamos del barrió hasta que pasan varias noches. Pero mientras, ellos buscan nuestras casas para destrozarlas. Nunca habían llegado asta mi habitación pero no esperaba que pudieran hacerle esto a mi cuarto y lo que es peor, a mis amigos.

- ¿Porque no me lo dijiste antes? Podríamos haber hecho algo para evitarlo.

-Por eso mismo Silvio, no quiero meterte en mis problemas, si descubrieran que me ayudas te buscarían a ti y a tu familia para escarmentarlos.

-¿Que banda ha hecho esto? —pregunte mirando seriamente a Lena para que confiara en mi—.

-Silvio, enserio no hace falta... — no deje ni que acabara la frase—.

-Lena, confía en mi! Puedo ayudarte.

-Fue la banda de Fredy, ellos son los que llevan esta zona.

Salí inmediatamente del cuarto, sin despedirme, sabía perfectamente a donde ir y que hacer.
Llegue a mi casa y deje la mochila, maldita sea, se me había olvidado darle el libro a Lena. Tengo un sentimiento de rabia e impotencia pero a pesar de ello en mi mente solo hay una idea. Con la sangre fría subí a la casa del señor Baro, cogí las llaves que tiene escondidas dentro del marco del portón. Entre, subí las escaleras hasta el segundo piso y dentro del armario de su habitación, en el falso fondo, cogí el revolver.
Una vez todo lo necesario listo salí de mi edificio y camine hacía el Sector Rojo, por lo que e oído siempre esta Fredy con sus chicos.
Tras dos horas caminando mi estado no cambiaba, la verdad estaba sorprendido caminaba entre esas calles como si supiera donde está su refugio.
No se como pude llegar hasta su refugio estaba en un pequeño parque cerca de la calle principal del Sector Rojo, al parecer solo hai cinco de ellos, ya que afuera solo hay cinco motos, estoy de suerte, llegue hasta la puerta de su refugio, estaba abierto así que sin más preámbulos entre, recorrí un pequeño pasillo hasta un pequeño rellano desde el cuál se veía un gran salón en el cual había una especie de trono, como el de los libros que e leído, en el estaba sentado un hombre de pelo negro y un traje rasgado, intuyo que es Fredy. Estaba planeando un plan mientras los escuchaba hablar. Simplemente presumían de lo que habían roto y robado cada uno, cada vez me repugnan mas.
Estuve e un rato observando y vi que sus secuaces solo eran niños de unos catorce años los cuales no vivían demasiado bien al juzgar por su aspecto, así que cuando me dí cuenta ta no estaba cabreado y me comenzó a rondar la cabeza el ayudar a Lena para que esto no volviera a pasar, así que me di la vuelta y comencé a regresar por el pasillo... Cuando escuche como Fredy alzaba la voz entre ellos para describir como había destrozado la habitación de una pequeña niña la cuál tenía muchos peluches.
Me detengo completamente mientra un intenso frió recorría mis manos y pecho. Me di la vuelta y comencé a bajar las escaleras.
Dos de los chicos  me vieron pero se quedaron mirándome sin decir nada, mientras tanto fredy seguía riéndose de cuantos peluches había destrozado aunque se arrepentía de que no tenía ningún encendedor para prenderles fuego así que simplemente los pisoteo.
Los cuatro niños observaban como ya había bajado las escaleras y estaba parado en medió de la sala. Me quede parado mirando a ese despreciable ser...

-JAJAJAJA mañana tal vez vuelva para ver si alguna de esa escoria se atreve a volver a vivir en mi sector.

-!Fre.. free.. Fredy! —Dijeron los cuatro chicos sin casi poder articular su nombre—

-¡Os é dicho que no volváis a molestarme! Y apagad esa luz de una vez o tendre que volver a destrozar a alguien. —Este se giró y me miro directamente a los ojos con una cara de incredulidad—.

-¿Acaso crees que nadie vendría a hacer justicia? —Dí un paso hacia el— ¿Pensabas que podrías atemorizar a cualquiera sin que hubiera represalias?

Los cuatro chicos se interpusieron entre Fredy y yo así que con un veloz movimiento saque el revolver del interior de mi chaqueta.

-¡Sois unos niños! ¡Así que fuera de aquí y que no vuelva a veros! —levante mi mano y apunte con el revólver a los chicos.

- No dispares  lo sentimos, ya nos vamos. — los cuatro echaron a llorar y escaparon corriendo—

-Fredy ya solo quedamos nosotros — ya estaba parado justo enfrente de el y aunque este era mas grande que yo retrocedía a cada paso que yo daba—.

-Chi..chico no se quen eres pero yo no te e hecho nada así que no entiendo porque estas aquí.

- No es la primera vez que veo a alguien delos tuyos atemorizando a la gente de esta región así que vengo a que ceses ese comportamiento.

- No pienso dejar mi territorio sin pelear así que me da igual lo que seas, si me quieres disparar hazlo.

- No soy como vosotros esta arma ni siquiera esta cargada pero solo te lo diré una vez más ¡Lárgate de aquí, no dejare que vuelvas a hacer daño a nadie!

Solo frío, ya no siento nada, ningún sentimiento, nada. Frío, frió, frió.
Mi vista se nublo por un segundo o eso creo.

-¡Lo siento! ¡¡pero déjame ya!! No volveré por aquí nunca te lo juro pero ya no más y siento lo de tu amiga. — Salió cojeando de la sala—.

No entendía nada, ¿Por que me dice que siente lo de Lena si no le dije nada? ¿Por que cojea si no le e tocado y por que huye?

-¿Estas bien Silvio? ¿Silvio...? ¡¿Silvio?!

-¿Lena?..¿Que haces aquí?.. no pued...

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora