Miedo

50 7 0
                                    

Cuando entre por la ventana Lena estaba en mi cama pero antes de poder preguntarle que hacia me agarro de un brazo hasta el interior de la cama, estaba en ropa interior así que no pude evitar sonrojarme y preguntarle que estaba haciendo.

-Estate callado y no me mires pervertido- dijo ella con un tono un tanto agresivo-.

Un enorme estruendo se produjo al otro lado de la puerta de mi cuarto y un soldado con cara de pocos amigos irrumpió en el cuarto y nos obligo a salir lo mas rápido posible, no entendía nada pero al bajar por las escaleras del edificio, justo a la salida medio escuadrón de hombre nos apuntaban con sus armas .

El que nos había sacado de la cama cogió su radio y comunico algo atraves de ella. Levante la vista y el ambiente había cambiado totalmente una enorme nube de polvo impedía que pudiera ver a mas de veinte metros con claridad, se oían gritos y disparos, gente llorando y coches pasando a toda velocidad de un lado a otro. Mire a Lena esta aun en ropa interior me estaba mirando pero cuando me disponía a decirle que nos habían pillado ella con su grandes ojos me lanzo una de sus miradas que me dejaban helado por dentro. Me quede callado tal y como me ordeno pero todo estaba muy confuso.

Al rato un enorme todo terreno llego de el bajo el famoso comandante que se dirigía hacia nosotros, en cuanto le vi la cara su rostro me era familiar pero su mirado no parecía nada contenta de vernos allí, se dirigió hacia el soldado el cual nos había bajado de casa y comenzó a gritarle.

-¿¡Te parece ese niño un alma protectora!?-Dijo furioso y con el rostro desencajado.

-No señor pero me dijo que revisara y buscara a cualquiera que no estuviera presente en la plaza-dijo el soldado escudándose en sus ordenes-.

-¿Te estas riendo de mi soldado?¿me tomas por tonto?

-No señor yo solo...-el comandante se acerca mas a el-.

-¿Tu solo que?¿Tu no puedes pensar nada?Tu solo puedes seguir ordenes. Así que soldadito ¿dime cuales eran tus ordenes?

-Encontrar al alma protectora señor-Dijo poniéndose firme y apartando su mirada del comandante-.

-¿A ti te parece un niño con su novia en la cama un alma protectora que se acaba de cargar una base militar?-Dijo mientras agarraba por el chaleco al soldado-.

En ese momento lo sentí, un enorme escalofrió me congela la sangra, la sonrisa de ese hombre no era normal, un escalofrió recorre mi piel y noto como mi alma quiere salir con fuerza, no se porque pero es difícil de controlar, siento como Lena se ha dado cuenta de que algo me pasa y agarra mi mano fuerte eso me ayuda a calmarme pero el mal estar sigue en aumento no se que es ese hombre pero es peligroso.

Al final pudimos excusarnos en la situación que planeo Lena rápidamente y los soldados nos dejaron irnos. Todo podría haber salido bien si no fuera porque creo que fue la peor forma de que mi madre conociera a Lena. Como era de esperar quien le dijo a los guardias donde estábamos fue Baro el cual sabia que nosotros tramábamos algo pero no podía mentirle y arriesgar su vida y la de mi madre sin darnos un voto de confianza.

Lena se fue con Baro sin poder hablar bien el uno con el otro pero su mirada me dice que todo salio como tenia planeado. La peor parte me la lleve yo, después de hacer un maratón asta casa, subir asta la venta y que los guardias nos sacaran a rastras aun tuve que aguantar la reprimenda de mi madre por haberle mentido y traer a una desconocida a casa. Aunque no duro mucho en llegar la inmensa cantidad de preguntas sobre Lena de mi madre las cuales no sabia como responderlas, así que mas rojo que un tomate me retire ala habitación. Una vez allí tumbado comencé a recordar como fue lo ocurrido.

La verdad me gustaría haberlo podido ver desde otra perspectiva pero la sensación de libertad de mi alma no se me va del cuerpo aunque no dura mucho al recordar lo que me hizo sentir la presencia de ese hombre. Mi alma que es lo que me hace sentir mas fuerte cada día y en la cual confió para proteger a esta región se activo como una alarma en cuanto sentí la ira de ese hombre, no se como puede suceder algo así, yo y Baro tendremos que leer muchos mas libros sobre el tema pero jamas había leído nada que pudiera describir esa sensación. Casi puedo decir que sentí miedo por mi mismo antes que por la gente que me rodea y eso me taladra la mente.

La semana siguiente nadie pudo salir de casa, solo una persona de cada comunidad de vecinos era la encargada de traer víveres para el resto, el trabajo se había suspendido y toda la población estaba a merced de las decisiones de un solo hombre.

Como ya nos esperábamos algo así, Lena se quedo a vivir en la casa de Baro por un tiempo, así podríamos planear el siguiente paso aunque Baro no estaba contento con lo que hicimos. Nos reunimos por la mañana temprano ante de que mi madre se despertara y comenzamos a contarle a Baro como planeamos todo y que todo salio genial.

-¿Que todo a salido bien?!Estáis locos¡

-Impedimos que ese torturador que solo quería amedrentarnos siguiera con sus castigos así se a dado de cuenta que nosotros somos tan listos o mas que el y le hemos dejado sin escusas para seguir castigando a gente inocente por diversión ante los demás.-Dijo Lena mirando enfadada a Baro-.

-Lena pero tu as visto lo que hizo este chico, eso no es llamar la atención eso es desafiar ala región de Grit a la guerra, destruir una base militar y un sector en 30 segundos es un desafió para ese loco y estáis locos si pensáis que no va a entrar al trapo-dijo Baro exaltado por la situación-.

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora