Estrechando lazos

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Después de la charla con Baro no puedo parar de pensar en lo que nós dijo, nosotros no pensamos en que se podía desencadenar algo mucho peor, símplemente pensamos que lo correcto era asustarles un poco para que la población no admitiese que se maltrataran a mas inocentes.
Después de unos días comezamos a ver la nueva organización que el comandante había impuesto en la región. La verdad es que esta muy enfadado por lo ocurrido y todos los días envía amenazas x rádio dirigidas a mi, obviamente nadie sabé que soy yo pero oirlo como siempre mientras mi madre anima efusivamente la captura del delincuente es duro.
Baro dejo de entrenarme, dijo que ya no tenía más que enseñarme pero creo que aún esta molesto por no contar con él para nuestro plan, por otro lado Lena a tenido que irse de nuevo a su casa y con este toque de queda apenas tengo una hora para verla, últimamente estamos muy unidos y queremos mejorar esta situación así que seguíamos investigando los libros que ya habíamos leído por si se nos había pasado algo.
Había hablado con mi madre para poder quedarme en casa de Lena, la escusa que usamos la última vez también nos sirvió en este caso.
Llegué a su casa y como siempre, su habitación esta a oscuras, su camisa rosa para dormir le cubría asta las rodillas y su ondulado pelo castaño rodeaba su cara irradiante de felicidad, una mirada basto para conectar un cariñoso abrazo seguido de su invitación al interior del cuarto.
La habitación, iluminada pobremente por cuatro velas permitía distinguir los rostros de los muñecos de Lena. Si, se que es un poco tenebroso pero ya se lo que són y estoy acostumbrado a ellos así que entro sin reparos.
-¿Has redescubierto algo nuevo?-dije mientras me sentaba junto a ella observando su montón de papeles y libros-.
-Nada que no supiéramos ya sobre el alma, aunque e de reconocer que la historia de Marcus y Auriel parecen tener como protagonistas a las almas masr poderosas de sus épocas.
La verdad es que estás historias son increíbles y no me imagino si serán ciertas realmente o alguien lo exagero, lo único que creo esque obviamente éstos estaban a otro nivel.
-¿Crees qué, con el tiempo, pueda llegar a ese nivel?-pregunte a Lena-.
-No lo se, no se cuál era el verdadero poder de esos protectores, pero te puedo decir que lo que hiciste el otro día a alarmado al comandante así que el también a sentido peligro al ver el espectáculo.
-Tienes razón, pero no se si eso es notivo de alegria o preocupación.
-¿Preocupacion por que?
-Porque ahora alertara a otras regiones para que vengan aquí, si eso pasa estaremos acorralados y atados de pies y manos.
-¿Pero es que no tienes cabeza ni ojos?
-No entiendo...
-El comandante al principio solo cumplía órdenes peró ahora que as destruido una base suya y te as esfumado ¿piensas que permitira que otros se lleven el mérito de haberte cojido?
-¿Enserio lo cres así?
-Silvio, confía en mi intuición, hasta ahora no eh fallado y aunque Baro no quiera admitirlo, actuamos de la unica manera que podíamos.
Las palabras de Lena se asentaban en mí cabeza y poco a poco, sílaba a sílaba, me convencía de que no estábamos perdiéndose si no que dominando el juego de este loco amante de la guerra.
Finalmente se hixo muy tarde y como le había dicho a mi madre me quedaba en casa de Lena a dormir. Despues de leer una gran cantidad de libros acabamos desviandonos a temas más normales, a pesar de estar sometidos a un estricto toqué de queda la gente seguía haciendo su vida normal.
Lena había escuchado en uno de sus paseos al mercado que un grupo de rebeldes estaba atacando el sector donde estaba la base militar, la verdad eso me da alegría, saber que no estamos solos en esta lucha nos levanta la moral y no podemos borrar de nuestras caras, un gesto de satisfacción.

La noche se presento más divertida de lo que esperaba, estaba conociendo un lado de Lena el cuál me sorprende y agrada. A pesar de estar siempre seria tiene un lado muy divertido y lo mas llamativo es que le encantan las marionetas, tenía un pequeño rincón el cual iluminado por una pequeña vela utilizaba como escenario, no se como lo hace pero mis ojos se llenan de lágrimas y el dolor en mi abdomen aumenta con cada carcajada, ella mientras seguía con su representación no podía disimular una sonrisa de oreja a oreja que me indica que este es su verdadero lado.
Luego de no se cuanto tiempo nos acostamos, ella en su enorme cama, la cuál no ofreció en ningún momento para mi descanso. Obviando este detalle prepare en en suelo un par de matas, junto a su pequeña alfonbra, la verdad es que la gran cantidad de muñecos observandome me ponía nervioso así que me gire, unos enormes ojos me sorprendieron, Lena desde la altitud de su cama me observa fascinada.
-¿Que pasa?-pregunte un poco mosqueado por su gesto de burla-.
-Nada, es que desde que perdí a mi hermano no había vivido una noche igual.

Los dos nos giramos, no quería preguntarle sobre su hermano, esperare hasta que ella quiera, la verdad es que tengo curiosidad pero las palabras no me salen así que con el cuarto iluminado por las cuatro velas el silencio se adueño del entorno y aunque podía oirla respirar, señal de que también estaba despierta nos quedamos en silencio, no se si está situación me agrada o no solo se que no quiero que se vaya de mi vida.
A la mañana siguiente me desperte con un rico olor, Lena había preparado el desayuno y con gusto lo acepte, ella de nuevo seria ya estaba ojeando de nuevo los libros.

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