Alma

No eres un Héroe

Salimos de aquél siniestro edificio, la conversación cambió radicalmente desde las palabras de San, no podía imaginar quién podría haber visto la luz en el cielo y mucho menos que supiera lo que era, la verdad esto me aterroriza, una pequeña voz en mi cabeza quiere hacerme preguntas pero yo me opongo a qué ni un atisbo de duda aparezca en mi mente, ya no estoy solo y no quiero amargarme de nuevo y perder lo todo.

Llegue a casa para comer con mi madre, obvie el detalle de que no fui a la clase hoy, pero realmente la información que nos dijo San nos altero más, Baro me dijo que no volviera hacer nada que llame la atención como con Fredy, mientras no supiéramos mas de esos hombres que llegarán.

Perfecto, mama a preparado sus macarrones con tomate, me sorprende tanto lujo para una simple comida familiar, así que no puedo evitar preguntarle la razón de esta abundancia.

-¿Silvio no lo sabes?¿Como se te puede olvidar algo como esto?

-Lo siento mama, pero no soy capaz de recordar la razón.

-Pues mi aniversario y el de tu padre.

-¿Ya es hoy? Lo siento muchísimo mama, últimamente estoy con otras cosas en la cabeza.

-No pasa nada, a tu padre siempre se le olvidaba y no podía recordar ni su año de nacimiento.

Los dos comenzamos a reír.

-Mama—Dije interrumpiendo nuestra alegría—

-Dime Silvio. —Dijo ella con su sonrisa y amabilidad natural—

-¿Como era papa?

- Era un hombre maravilloso, lo conocí un día caminando con unas amigas, lo vimos escapando de los miembros de una banda, tenia una cara llena de rabia y miedo pero corría con una sonrisa que me hizo fijarme en el, desde entonces siempre lo veía defender a todo el mundo de las bandas, pero muchas veces no lograba escabullirse y volvía caminando a su casa magullado, así que un día le vi con un Chichón sobre la ceja y una cara muy gruñona. Yo como es normal, me reí y el se dio cuenta de mi presencia. Desde entonces comenzamos a hablar pero el nunca me trato bien, creo que no le caía bien pero finalmente conseguí que se enamorara de mi y tuvimos un hijo precioso.

Después de comer los deliciosos macarrones de mama, fui a mi habitación y no era capaz de pensar e  otra cosa que no fuera mi padre, el desde niño defendió a sus amigos y a los más débiles algo que yo no hice, la verdad si estuviera aquí no podría estar orgulloso de tener un hijo como yo. Si el hubiera estado en aquel autobús habría detenido a esos hombres y defendido a esa mujer. Nunca conocí a mi padre pero creo que viviré a su sombra siempre, yo no soy como el, yo soy egoísta, cobarde, curioso y débil. La voz de mi interior vuelve sin que yo pueda hacer nada y me pregunta como siempre.
¿Que crees que puedes hacer tu?¿Cambiaras algo algún día?¿De verdad creías que podías ser un héroe? ¿Solo por ser como una lampara gigante que atrae los problemas?por mi culpa ahora el barrio estará en cuarentena y no podre hacer nada. Maldita sea, me siento tan impotente ante esta situación.

A la mañana siguiente necesitaba hablar con Lena así que sin dudarlo me despedí de mi madre y deje pasar otro día mas de clase, era temprano pero Lena se levanta a esta hora.

Cuando llegue a su casa para mi sorpresa aún estaba dormida así que decidí devolverle el favor que me había echo cuidándome y esta vez yo fui el que le preparo el almuerzo. No soy muy bueno cocinando pero logre prepararle un poco de leche y unas tostada. cuando termine de poner una mesilla para desayunar los dos juntos fui hasta su cama, pero no pude despertarla así que me quede observándola sin poder para de pensar por todo lo que a pasado y a pesar de ello sigue adelante.

Por lo que me había dicho siempre a estado solo desde que sus padres la abandonaron junto a su hermano Antón, ellos siempre estaban juntos y a pesar de que Lena era la hermana mayor Antón jamas lloraba y siempre trataba de ver el lado positivo de la situación en la que estaba.

Lena nunca llego a contarme exactamente que le paso a Antón, solo se que el muñeco que llevaba cuando huía de Fredy colgado por una soga simbolizaba a su hermano que al parecer cuando murió no dejo de mostrar una sonrisa en su rostro.

Cuando me di cuenta Lena me estaba mirando, su cara mostraba una cierta alegria y una sorpresa por verme tan cerca:

-Buenos días -dije con una sonrisa-.

-Hola Silvio ¿pero que haces aquí?

-Si te digo la verdad ni yo lo se, cuando me desperté esta mañana necesitaba estar a tu lado así que vine. Siento entrar a tu casa sin permiso.

-Últimamente le estas cogiendo el gusto...

-Pero para que veas, te é preparado el desayuno, o por lo menos lo é intentado.

-No creo que vinieras solo por visitarme, pero te agradezco que me cuides tan bien.

- No se te escapa una eh. La verdad es que ayer yo y Baro fuimos a visitar a un amigo y nos dijo que otras regiones vieron el rayo de luz de mi alma y ahora están enviando a nuestros sectores soldados que encuentren al causante de esto.

-Maldita sea, ahora que era nuestra oportunidad de entrenarte como dijo Baro. bueno simplemente esperaremos a que se vayan. Lo primero ahora es desayunar- dijo mientras se sentaba a la mesa le daba un mordisco a mis tostadas-.

No se como lo hace pero Lena es capaz de eliminar todos mis pensamientos pesimistas con una sola sonrisa. Una alegría insaciable sube por mi pecho y no puedo evitar sonreír. Me siento con ella y comenzamos a hablar y a degustar mis chamuscadas tostadas, que a pesar de no tener buena pinta Lena se las come con mucho gusto, eso me alegra. Pero no puedo quitarme de la cabeza lo ocurrido y lo que se avecina, la verdad es que Lena tiene razón, intentaremos pasar desapercibidos pero si algún soldado se propasa y maltrata a la gente de esta región no se si podre evitar que vuelva a ocurrir, lo que tengo claro es que no seré mas un cobarde y defenderá a esta gente como hizo mi padre.

Por primera vez respondo a la voz de mi cabeza la cual en este momento me grita que no soy un héroe.

 No se lo que es un héroe, no se si quiero serlo, yo soy un Alma protectora, tal vez la ultima esperanza así que no pienso rendirme. Un escalofrió recorre mi espalda y mi pelo se pone de punta, creo que se avecina algo de acción.