Y me pierdo en el azul de tus ojos como me pierdo en un mar de sueños. Me sumerjo en la inconsciencia del ayer, del futuro y del presente. Me quedo con un instante y un recuerdo, entonces mi mente viaja hasta tus besos, me siento perdida en la inmensidad del viento, vagando sobre algún lugar sin dueño, volando sobre la superficie cristalina de tus pupilas, y el silencio que me invade lentamente, me transporta, me arropa y me lleva hacía aquella puerta llena de miedos, la abro y miro dentro, me succiona la oscuridad como si fuese suya y en el punto más alto de su grandeza me suelta, y cayendo lento voy hasta hundirme en una botella con lágrimas serenas. Contengo la respiración hasta que mis latidos se detienen. Abro los ojos y vuelvo a la realidad, a ese azul tan profundo de mis desvelos y la razón de mis noches infinitas. Ese azul, que, con solo aparecer en un sueño, deslumbra mis días dejando a mis ojos ciegos, entregándose a la deriva de una fantasía.
