Capítulo 17

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La verdad es descubierta...



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-"¿De qué diablos estás hablando Nicholas? Yo no tengo nada que temer de esta investigación. ¡Nunca, jamás, invocaría a un demonio Reaper!"

-"No, supongo que no. Nada te importa lo suficiente"- dijo LaFay amargamente- "Pero tu esposa lo haría"- su rostro adquirió una expresión oscura, casi complacida, como si estuviera contento de por fin tener la completa atención del Gran Brujo.

-"¡No seas absurdo!"- exclamó Westfalin- "Cassandra no es capaz..."

-"¿No sabes nada de lo que se esconde bajo ese bonito, complaciente e insípido exterior de tu esposa, ¿verdad?"- interrumpió LaFay, burlándose.

El silencio en la habitación era ensordecedor después de que LaFay soltó esas palabras. Alec miró al Gran Brujo, observándolo hundirse en su silla como si hubiera recibido un golpe. Su rostro estaba pálido de la impresión, pero luego se volvió hacia Nicholas y dijo en tono imponente- "Creo que mejor nos cuentas toda la historia, a menos que prefieras que traiga a la Clave"

Sin siquiera darle un vistazo a Alec, Nicholas LaFay habló directamente a Westfalin- "A diferencia de ti, me di cuenta desde el principio que Cassandra estaba desequilibrada, parecía tolerar tus infidelidades menores, pero su mente se torturaba cada vez que aparecía alguien con quien pasabas más tiempo, hasta que por fin decidió actuar. Ella es poderosa y escogió a un sirviente poderoso para librarse de cualquiera a quien te acercaras demasiado, Gran Brujo"

-"Si sabías lo que estaba pasando, ¿por qué diablos no le dijiste a alguien, o intentaste detenerla?"- le interrumpió Alec consternado ante la idea de que había permitido la muerte de tantas.

Nicholas LaFay miró a Alec como si estuviera loco- "No seas ridículo, eran simples mundanas y no podía permitir que ese tipo de escándalo tocara al Gran Brujo"- dijo con desprecio.

-¡Oh, Dios mío! Nicholas, no"- exclamó el Gran Brujo con voz ronca por el horror y la impresión. Mirando al agotado y pálido rostro de Emeris, Alec sintió una pesadez en su corazón, pero antes de que pudiera decir algo, Westfalin habló de nuevo, esta vez su tono era firme y enojado- "Nunca quise o necesité de tu protección. Tú eres tan culpable de estos crímenes como si hubieras blandido el cuchillo, y serás tratado en consecuencia"

El tono enojado y arrogante del Gran Brujo pareció provocar una respuesta igualmente enfadada en su ayudante- "¿Cómo te atreves? ¡Después de todo lo que he hecho por ti! ¡Yo soy quien hace el trabajo de tu posición!"- gruñó Nicholas LaFay- "Si no fuera que mí, limpiando el desastre de tu loca esposa, ¡ni siquiera serías el Gran Brujo!"

Con el rabillo del ojo, Alec captó el inicio de un movimiento, las chispas arremolinándose alrededor de las manos de LaFay, y rápidamente se interpuso entre el Gran Brujo y su ayudante. Sin previo aviso, una explosión de magia estalló enviando a Alec volando contra la pared con un ruido escalofriante. Westfalin murmuró algunas palabras ininteligibles, entonces mágicas cadenas pesadas se envolvieron alrededor de LaFay, sujetando sus brazos e impidiendo cualquier uso de magia. El Gran Brujo se acercó a Alec y lo ayudó a levantarse.

-"¿Estás bien?"- preguntó preocupado.

-"B–bien"- respondió Alec todavía un poco mareado por el impacto. Miró al hombre atado y su rostro retorcido de furia.

-"Lamentarás esto Emeris Westfalin"- gruñó LaFay diciendo el nombre como si fuera veneno en su lengua- "Todo lo que tenías que hacer era quedarte fuera, como de costumbre. Ella iba a deshacerse de todos los problemas, incluyendo a esa molestia de Bane, y todo lo que tenías que hacer era lo único en lo que eres tan bueno, ¡nada!"

-"¿Qué quiere decir con deshacerse de Bane?"- preguntó Emeris, acercándose a él, la magia crepitando amenazadoramente en la punta de sus dedos.

-"No hay nada que puedas hacer para detenerlo ahora, su plan ya está en progreso. Fue bastante fácil quitar del camino a esa tonta curandera, una simple llamada de un cliente enfermo y listo. Bane será la 'Mary Kelly' de Cassandra esta vez"- dijo LaFay comenzando a reír, un amargo sonido hueco, demente, que resonó a través de la habitación.

Un leve movimiento proveniente de Westfalin y la risa cesó cuando Nicholas Lafay cayó al suelo inconsciente. El Gran Brujo se volvió hacia Alec y dijo en tono grave- "Vamos, debemos llegar a Magnus, abriré un portal a casa de Morag"







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-"¿Morag ...?"- la voz de Magnus era poco más que un susurro.

-"Oh, no, no, no. Morag se ha ido y no regresará en horas, una llamada de emergencia de un cliente enfermo fue todo lo que necesit para deshacerme de ella"- Cassandra Westfalin caminó hacia la cama, riendo áspero, un sonido que irritó los oídos de Magnus y mando un escalofrío por su cuerpo.

-"¿Sorprendido, Magnus? ¿No pensaste que la pobre Cassandra tuviera el poder de convocar a un Reaper, o el cerebro para ganarle una batalla al gran Magnus Bane?"- dijo ella y una sonrisa burlona se extendió por su rostro, pero sus ojos brillaron con furia y locura.

Magnus hizo un esfuerzo por levantarse de la cama, pero un leve movimiento de la mano de Cassandra y su magia lo inmovilizó en su lugar.

-"Oh Magnus, no debes moverte, estás en la posición perfecta para el próximo asesinato del Reaper. Esta vez sentirás su cuchillo en lugar de sólo soñar con ello"

Magnus sabía que no tenía mucha fuerza y ​​que tendría que reunir toda la que le quedaba, un golpe era todo lo que sería capaz de convocar y necesitaba hacerlo bien. Necesitaba comprar algo de tiempo, distraerla un poco si podía- "¿Por qué, Cassandra, por qué necesitabas hacer todo esto?"- preguntó en voz baja como si estuviera realmente interesado, incluso impresionado.

-"Esas mujeres, Mary y Caroline, pensaron que podían tomar lo que era mío"- dijo ella- "Pensaron que yo no era nada, reemplazable. No supieron con quién estaban tratando hasta que fue demasiado tarde. Lo vi todo Magnus, ¿lo sabías? Cuando convocas a un Reaper puedes ver su trabajo a través de sus ojos"- la mirada de Cassandra se tornó lejana y anhelante ante el recuerdo- "¡La sangre, Magnus! ¡Oh, la sangre!"- susurró ella empezando a reírse de nuevo.

En ese momento, Magnus advirtió que, en la esquina más alejada de la habitación, justo detrás de Cassandra se veía una nube de humo negro que comenzó a girar en sentido contrario a las agujas del reloj y crecer en fuerza.

-"Ya viene Magnus, ¿puedes sentirlo? ¡Él vendrá por ti!"- gritó ella.





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¿Esperaban a ese culpable? Yo sé que si 😉 Continúa en el siguiente...

Una Daga de la Mente - A Dagger of MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora