Capítulo 1

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Era una mañana agradable, una chica de unos dieciocho años estaba esperando en la esquina de una calle a su mejor amiga Aymar, se conocían desde que eran pequeñas y se querían como hermanas.

-Buenos días Diana -dijo Aymar andando hacia ella.

-Buenos días -respondió Diana dándole un breve abrazo -será mejor que vayamos a la academia.

-Si, aunque hoy sea Viernes empezamos el curso -explicó andando por la calle a paso rápido – hay que darnos prisa no nos queda mucho tiempo.

Conforme iban caminado se dieron cuenta de que no llegarían a tiempo, se encontraban en una calle en la cual había un pequeño parque lleno de arbustos, pinos y una fuente con monedas en sus aguas; desde donde estaban todavía les quedaban como unos quince minutos y ese era el tiempo justo que les quedaba para llegar.

-No vamos a llegar a tiempo -se quejó Aymar con mala cara.

-¿Y si usamos tus poderes de....? -preguntó Diana pero no alcanzó a terminar ya que le tapó su boca con su mano.

-¡Shh! ¿Acaso quieres que los demás se enteren?

-De acuerdo, ¿entonces vamos por el atajo? -dijo Diana con una sonrisa traviesa.

-Ya sabes que no me gusta ir por ese sitio -se disgustó su amiga andando con ella.

El atajo era pasando por una casa abandonada, esta a su lado tenía un vertedero; mientras andaban por al lado de la casa escucharon un miau y miraron a su alrededor para ver de dónde provenía ese maullido.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó Aymar mirando para los lados.

-¡Mira!

Aymar levantó la vista hacia donde estaba señalando Diana, al mirar vieron a una cría de gato que estaba a punto de caerse de la cornisa del tejado de la vieja casa.

-¿Qué podemos hacer?- preguntó nerviosa Aymar mirando al gato.

-Voy a subir -dijo decidida Diana.

Diana dejó su mochila en el suelo y empezó a subir a la casa mediante un contenedor que había pegado a la pared, su amiga sorprendida por la acción de esta dijo...

-¡¿Qué!? No queda tiempo, llegaremos tarde a clase.

-No pasa nada...-dijo desinteresada Diana.

Cuando llegó al lado del gato, esta empezó a llamarlo haciendo sonidos...

-Ven gatito, mishi mishi.

Después de varios minutos al fin lo pudo coger, la mano que tenía libre estaba en una tubería algo vieja y oxidada. Empezó a chirriar hasta que se rompió, esto hizo que Diana perdiera el equilibrio y se cayera del tejado, Aymar fue corriendo para cogerla pero se estrelló con un chico, estos quedaron uno encima del otro...Mientras tanto otro chico cogió a Diana antes de que se cayera al suelo.

-¿Estás bien? -preguntó un chico con Diana en sus brazos, ya que la cogió al vuelo.

-Si, estoy bien gracias -contestó dándole una sonrisa, la cual hizo sonrojar al chico.

-Lo siento -se disculpó Aymar levantándose sonrojada.

-No pasa nada -le dijo el segundo chico -Orion ya puedes bajarla.

-¡Ah! Lo siento -se disculpó Orion bajando a Diana, esta tenía al gato en sus brazos.

-No importa, y gracias por salvarme -comentó bajando al gato al suelo, este se fue corriendo hacia unos arbustos..

-Mi nombre es Orion, encantado -dijo el chico con el pelo castaño y ojos verdes.

-Me llamo Ulises, un placer -comentó el chico con el pelo rubio y ojos azules -¿Y vosotras?

-Soy Aymar -le contestó sonrojada.

-Me llamo Diana -dijo con energía.

Luego de presentarse cada uno siguió su camino, Diana y Aymar fueron corriendo ya que llegaban tarde, ambas corrieron como nunca antes lo habían hecho para llegar a tiempo a la academia.

Las dos llegaron a tiempo a la academia, todavía no sabían como se las apañaron para conseguirlo. Cuando el profesor entró después de ellas, les dijo a toda la clase que hoy tendrían dos nuevos compañeros, al entrar a la clase los mencionados, las chicas se dieron cuenta de que eran con los que se habían topado esta mañana.

La clase transcurrió normal, Aymar notaba como Orion le iba dando pequeñas miradas a Diana aunque esta al estar embobada mirando a la nada nos se daba cuenta.

-¡Diana Hillsburn! ¡¿Otra vez en su mundo!? -exclamó el profesor lanzándole una tiza, la cual le dio en la cara -Ahora explíqueme, en la época medieval...¿Dónde se guardaba las mercancías?

-En la albóndiga -le contestó enérgica y un poco despistada Diana.

-¡No! Es en la alhondiga, presta mas atención -contestó el profesor volviendo a dar su clase.

El resto de las clases fueron normales, los profesores le llamaban la atención a Diana pero esta hacía caso omiso a lo que le decían, Aymar la reñía diciéndole que prestara mas atención. Orion y Ulises miraban con diversión la interacción de ambas.

Al terminar con todas las clases, Diana y Aymar se dirigieron a la biblioteca para ir a la verdadera academia que les correspondía; Al llegar se dieron cuenta de que estaban Orion y Ulises en la entrada secreta de la verdadera academia a las que ellas iban.

-¿Qué hacéis aquí? -preguntó Aymar mirando a los chicos.

-Venimos a la verdadera academia -susurró Orion.

-¿Eso quiere decir que también tenéis...?- preguntó Diana dejando la pregunta al aire.

-Si, mirad -comentó Ulises mientras les mostraba su tatuaje de poder, el cual estaba en su antebrazo izquierdo con forma de rayo.

-Genial...

-¿Vosotras también tenéis uno? -les preguntó Orion inspeccionándolas con la vista.

-Claro que tenemos, mirad -dijo Diana enseñando su tatuaje con forma de llama en su hombro derecho -Aymar también tiene uno.

La mencionada se quitó la bufanda que tenía y mostró su tatuaje que tenía en el cuello, eran como olas que se asemejaban a nubes corridas por el viento. Orion enseñó su tatuaje que tenía forma de copo de nieve el cual lo tenía en la muñeca derecha.

Ya que los cuatro iban al mismo sitio, decidieron ir juntos; de la estantería sacaron levemente un libro en especial y se escuchó un "click", después de eso la estantería entera se movió hacia la izquierda dejando ver debajo de ellas unas escaleras que bajaban, encima tenían un letrero que decía:

BIENVENIDOS A LA ACADEMIA DE PODERES



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Espero que les guste esta nueva novela.

Un saludo,

Nagisa.

Academia de poderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora