Capítulo 7

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A la mañana siguiente todos se despertaron con los primeros rayos de sol, desayunaron y prepararon todo para el viaje. Los habitantes les dieron comida y agua, además de ropa de todo tipo.

-¿Lleváis todo? ¿No queréis nada más? -les preguntó Raúl, el alcalde del pueblo.

-Estamos bien, no se preocupe. Gracias por su hospitalidad -le agradeció Carla.

-No es nada, debemos ayudarnos entre nosotros -le contestó.

-¡Carla nos tenemos que ir! -le gritó Diana desde el globo.

Cuando esta se subió Diana encendió el globo y este se empezó a elevar, saludaron a los habitantes ya que estos los despedían. Durante el camino estuvieron hablando sobre adonde ir, Orion les dijo que gracias a un habitante, descubrió que la máquina estaba en Ponsteil Hills.

-Eso está muy lejos...-se quejó Diana asomándose por el globo.

-Deja que yo te haga el viaje mas ameno -dijo una voz que nadie conocía.

Todos se giraron, vieron a un chico y a una chica con un jetpack. El chico usó su poder de ácido para derretir el enganche del globo con la cesta, la chica por su parte usó su poder de planta para crear lianas alrededor del globo, estas al tener espinas iban haciendo que el globo expulsara el aire.

-Ahí os quedáis -dijo y se fueron.

-¿Qué hacemos? -preguntó Ulises preocupado.

En una ocasión que el globo se movió; Diana se cayó del globo, todos gritaron su nombre y Carla saltó del globo para cogerla. Los demás estaban ocupados intentando no estrellarse; Orion usó su poder de hielo para hacer una barra que uniera las dos partes rotas, consiguiendo así mas estabilidad pero el aire se seguía saliendo. Una ráfaga de aire hizo que se alejaran de sus amigas rápidamente.

-¡Diana! ¡Carla! -gritó Aymar mientras se alejaba.

Carla usó su poder de aire para crear un pequeño tornado y poder aterrizar en tierra, ambas vieron como sus amigos se alejaron con el globo debido a las corrientes de aire.

-¿Ahora que hacemos? Estamos en medio de un bosque -comentó Diana algo nerviosa.

-Será mejor seguir en la dirección en la que ellos se han ido, en algún momento tendrán que bajar y ahí será cuando los encontremos -propuso Carla empezando a caminar.

-Gracias por salvarme.

-De nada, tú hubieras hecho lo mismo que yo.

Durante el camino ambas se pusieron a hablar sobre como lograrían vencer a la directora y a Samuel, de repente se puso a llover y se tuvieron que refugiar en una casa abandonada que había. Carla juntó ramas secas que había encontrado para después formar un círculo de piedras, dentro de el puso las ramas. Diana uso su poder de fuego para crear una pequeña llama, con ella encendió las ramas creando así una fogata.

-Espero que los encontremos -susurró Diana.

-Eres muy unida a Aymar, ¿no?

-Si, nos conocemos desde pequeñas y desde entonces hemos estado juntas en todo momento -le contó mientras sonreía por el recuerdo.

-¿Cómo os conocisteis? -preguntó con curiosidad.

-Pues....-dijo recordando.

*Hace 8 años...*

Una niña de diez años estaba jugando en los columpios cuando dos chicos se acercan a molestarla.

-Venga vete de aquí, este sitio es para nosotros.

-Este sitio es para todos -dijo y el otro chico la empujó.

-El lugar es público, así que es mejor que os marchéis -comentó una voz femenina.

Los tres vieron como una niña con coleta se acercaba a ellos, los chicos se rieron y la chica les metió dos lombrices por la camisa, ambos salieron gritando y llorando.

-Así aprenderán -dijo viéndolos -¿Te encuentras bien?

-Si, gracias. Me llamo Aymar -sonrió.

-Me llamo Diana, ¿ Jugamos juntas? -preguntó con una sonrisa.

-Claro.

***

-No me puedo creer que les metieras lombrices por la camiseta -dijo riendo Carla.

-Debían aprender la lección -comentó orgullosa Diana -Parece que está empezando a llover.

-Es cierto, menos mal que tenemos la fogata. Por ahora será mejor dormir.

Carla sacó de la mochila que trajo con ella una manta, las dos la compartieron mientras se quedaban dormidas cerca del fuego. Lo único que se escuchaba era el sonido de la lluvia y del viento.

***

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó Aymar mientras miraba hacia abajo desde el globo.

-Tranquila, seguro que están bien. -la intentó calmar Ulises -Conociendo a Diana seguro que habrán buscado refugio.

-Es cierto, nosotros debemos continuar con la búsqueda -indicó orion -¿Qué es eso de allí?

Los dos miraron a donde señalaba Orion y vieron que era un pueblo, al aterrizar en el los ciudadanos los rodearon y prepararon sus poderes.

-¿Quienes sois? -preguntó el más anciano.

-Somos Aymar, Orion y Ulises, venimos de la academia de poderes -explicó Aymar -La directora desea eliminar a todos los no-mágicos con el odysseum, por eso mis amigos y yo estamos intentando detenerla.

-Dicen la verdad -dijo una niña de unos diez años -Lo he leído en sus corazones.

Los ciudadanos se relajaron y les invitaron a quedarse en su pueblo unos días. Aymar se hizo amiga de Ruz, el jefe del pueblo; le contó sobre sus dos amigas y de como se habían separado. Él les dijo que mandaría a dos hombres a que las buscaran. Aymar decidió salir a tomar el aire y notó que alguien la tocó del brazo, al principio se asustó pero se relajó al ver quien era.

-¿Qué haces aquí Ulises?

-Vengo a despejar mi mente. Eso y que hace una noche muy hermosa -dijo viendo el cielo nocturno.

-Si, es muy bello. Me pregunto que estarán haciendo Diana y Carla.

-Seguro que están bien, no te preocupes -le sonrió.

-Cierto, también estarán...-la interrumpe.

Ulises la interrumpió dándole un beso, Aymar se sorprendió al principio pero después correspondió poniendo sus manos detrás de la nuca de él. Estuvieron así un minuto más hasta que el aire se les acabó, ambos sonreían.

-La verdad es que me gustas Aymar -dijo sonrojado -¿Quieres ser mi novia?

-Tú también me gustas y claro que quiero ser tu novia -dijo y se dan otro beso.

-No comáis frente a los pobres -comentó una voz a sus espaldas.

Ambos se dieron la vuelta y vieron que era Orion sonriendo les dio un abrazo a los dos y les dijo que los hombres de Ruz habían encontrado a Diana y a Carla en una casa abandonada. Al parecer fue difícil convencerlas de que no eran enemigos ya que Diana hizo una barrera de fuego que rodeaba a la casa.

-Típico de ella -sonríe Aymar -Es desconfiada con la gente que no le cae bien a primera vista.

-Según mis hombres mañana por la mañana estarán aquí con ellas -dijo Ruz mirando su móvil. -Hasta entonces descansad.

-Gracias por todo -le agradeció Orion.

-Buenas noches -dijo Ulises saludando con la mano.

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