Capítulo 5

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Diana y Ulises estaban en sus clases, el profesor les explicaba como usar sus poderes y como hacer que un prisionero hable, Diana y Ulises no estaban conformes con lo que estaban explicando.

-Muy bien, si el rehén no quiere hablar lo podéis torturar de muchas maneras -empezó a decir Juan, el profesor -Podéis amenazarlos con vuestros poderes, torturarlo o amenazar con atacar a su familia o simplemente capturar a alguien cercano a él.

-Me parece un poco cruel -le susurró Diana a Ulises.

-¿Algo que desee comentar a la clase, señorita Hillsburn?

-Si, me parece cruel amenazar o torturar a alguien indefenso -contesto Diana con sinceridad.

-Ese alguien que dices son los culpables de que nos tengamos que esconder de la sociedad. ¿Porqué crees que estudias aquí y no en una academia normal? -dijo Juan -Si no estáis de acuerdo con esta clase podéis marcharos pero no sin antes pasar por el despacho de la directora.

Ulises y Diana fueron al despacho de la directora para decirle que no estaban de acuerdo con o que daban en esa clase. Al entrar se encontraron a la directora mirando por la ventana y con las manos cogidas por detrás.

-¿Qué ocurre chicos?

-No estamos de acuerdo con lo que nos explica el profesor Juan -dijo Ulises -Es por eso que hemos decidido irnos de sus clases.

-Ya veo...-susurró mientras se volvía hacia ellos -¿Podéis acercaros un momento?

Ambos se miraron y se acercaron a donde estaba la directora, al hacerlo, esta les miró fijamente. De pronto ambos sintieron como perdían como el conocimiento cerrando los ojos ante esa sensación. Al abrir los ojos los dos tenían la mirada perdida y estaban serios, cierta persona vio todo a través de la cerradura de la puerta y se fue corriendo.

-Muy bien, ahora estáis bajo mis órdenes y como vuestra jefa quiero que hagáis todo lo que mande -les dijo con una sonrisa maliciosa.

-Por supuesto -dijeron al unísono.

-Bien, contadme...¿Qué sabéis hasta ahora?

En otro lugar estaban Aymar y Orion esperando a sus dos amigos, vieron como Carla estaba corriendo por el pasillo, esta al verlos se paró y retomó su comportamiento serio.

-¿A qué viene tanta prisa? -preguntó con diversión Orion.

-Yo que tú estaría pendiente de mis amigos, hay algunos que no son quien dicen ser -le contestó Carla y se marchó.

-Que carácter.

Diana y Ulises fueron a donde estaban ellos, Aymar y Orion notaron algo diferente en ellos. Estaban los dos mas serios que de costumbre y tenían la mirada como perdida a pesar de que los miraban.

-¿Os encontráis bien? -preguntó Aymar algo preocupada -No tenéis buena cara.

-Estamos bien, no hace falta que os preocupéis -le respondió Diana.

-Así es, ahora vayamos a la siguiente clase. Hasta luego -dijo Ulises.

Los dos se fueron dejando confundidos a Aymar y Orion. Los siguientes días fueron algo extraños ya que ni Diana ni Ulises se juntaban con ellos, siempre estaban con los de su clase. Ellos al igual que sus amigos estaban serios y cambiaron su uniforme por uno de color negro aunque también tenía partes en gris.

Desde otra mesa los observaban Aymar y Orion, Carla también pareció coger interés en lo que les sucedía a ellos dos y de vez en cuando les iba dejando notas o les decía algo para que captaran la indirecta.

Aymar y Orion se fueron al parque que había cerca de la entrada. Ninguno de los dos pronunciaba ninguna palabra ya que no sabían que decir. En eso la verja de hierro se abre y deja entrar un coche negro, las ventanas las tenía tintadas y parecía estar recubierto por algún hechizo de protección. Los dos notaron una presencia no amigable que había dentro de ese coche.

-¿Has notado esa presencia? -le preguntó Aymar.

-No, pero he notado que algo no andaba bien.

-¡Atención a todos los alumnos! -dijo la directora a través de los megáfonos -Reuníos en la puerta principal en seguida.

-Vamos.

Al llegar vieron que todos los alumnos ya estaban reunidos, en el pequeño escenario que habían hecho estaba la directora y a cada lado de ella estaban Diana y Ulises, ambos serios y de brazos cruzados lo que les daba un aspecto mas intimidante.

La puerta se abrió y reveló a un señor mayor, con pelo grisáceo y ojos grises. Iba con un esmokin y con un bastón, el cual tenía el mando de oro formando una cabeza de águila.

-Chicos, él es el señor Rivas. Es un importante empresario además de ser uno de los nuestros -comentó la directora -Vamos a darle la palabra, adelante.

-Gracias, me llamo Samuel Rivas. Como bien ha dicho vuestra directora soy uno de los vuestros, mi poder es el de veneno, es por eso que llevo guantes. Es un honor que se me haya invitado a pasar aquí unos días para recordar mis tiempos en esta maravillosa academia -comentó mirando a los alumnos -Yo iba a la clase de los peligrosos debido a mi poder, es por eso que no debéis temerles ya que al igual que vosotros son personas con poderes, que nazcan con ellos no es culpa suya. Me he enterado de que la señorita Tania se ha suicidado o la han incitado a ello, hasta que descubramos quien es el culpable es mejor que no molestéis a los de la clase peligrosa, ya que ella murió después de reprocharle una cosa a una de ellos.

Después del discurso de Rivas, cada alumno fue a seguir con sus cosas. En la cena vieron como los de la clase peligrosa se sentaron en las mesas de al lado de los profesores, ninguno de ellos dirigía la palabra.

Aymar se encontraba en su habitación durmiendo, Diana estaba en su cama también durmiendo hasta que en cierta hora se despertó, se puso el uniforme y salió de la habitación sin hacer ningún ruido. Pero Aymar se dio cuenta ya que dejó en la entrada un poco de agua derramada, salió de la habitación y por el pasillo se encontró con Orion, ambos siguieron a Diana y Ulises, este último se unió a ella.

Llegaron a una habitación y los dos se pusieron una máscara, Aymar y Orion se extrañaron pero antes de entrar hicieron un hechizo de invisibilidad. Cuando entraron vieron que estaba en la habitación Max, un chico de la clase de los normales, él estaba atado a una silla. Aymar y Orion se pegaron en la pared para no ser descubiertos, ambos vieron como entraba la directora y detrás de ella iba Samuel.

-No os saldréis con la vuestra, le diré a mis padres lo que estás tramando y....-empezó a decir.

-¿Oh qué? No creo que vayas a salir de aquí tu solo y en las condiciones en las que estás -dijo la directora.

-Escúchame chico, dinos donde se encuentra el Odysseum -le dijo Samuel.

-No se los diré...-susurró el chico.

-Bien...Fire, electro...ya saben que hacer -comentó la directora apartándose del chico.

Diana y Ulises se acercaron al chico, Ulises tiró un poco de agua debajo del chico. Samuel le dijo que lo dijera antes de que sea tarde pero Max se negó, con lo que Ulises procedió. La mano de este empezó a soltar chispas, la dirigió al agua y electrocutó un poco a Max, dejándolo medio inconsciente. Aymar y Orion miraban con miedo lo que hacían sus amigos, Diana puso la mano en la cara de Max y miró a la directora, esta asintió y Diana le empezó a quemar la cara seguido del cuerpo.

Como Aymar y Orion ya no soportaban mas se fueron de aquella habitación, cada uno regresó a la suya. Al poco Aymar sintió como la puerta se abría y entraba Diana, esta miró a su compañera dormir y se quitó el traje junto con la máscara para luego ponerse el pijama e irse a dormir como si nada hubiera pasado.

Academia de poderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora