No podía moverse, apenas si lograba respirar, jamás en su vida había sentido tal dolor.
Unos fuertes brazos la sujetaban, mientras la llevaban con un médico.
Intentó abrir los ojos, pero no pudo, sintió como la recostaban en una cama.
-No podemos ponerle anestesia-Dijo el medico-si lo hacemos puede que muera-
-Ella lo resistirá-dijo Vegeta.
Sintio puntada tras puntada, mientras cosían sus eridas, apretaba los dientes y los puños cada vez que acomodaban alguno de sus huesos, la fiebre por el dolor no tardo en hacerse presente.
-Mi rey, esto no esta bien, hay que hacer algo, esta perdiendo mucha sangre, tenemos que operar-
-Haganlo ahora, conéctenme a ella, para darle un poco de mi sangre-Grito Vegeta, ante los ojos asombrados de los doctores.
Asi paso media hora, fueron lo mas rápido que pudieron, Bulma había quedado inconsciente por el sufrimiento al que había estado expuesta, mientras que Vegeta estaba completamente débil por la sangre que le había dado a la mujer.
-Mi rey ya están fuera de peligro, ambos se salvaran-
-¿ambos?, yo jamás estuve en riesgo-contesto vegeta, mientras se arrancaba un suero.
-Estoy hablando de la mujer y su hijo, mi señor-
Los ojos de Vegeta se abrieron de asombro-¿Mi hijo?-
-Mi rey, esta mujer lleva un mes de gestación, y por la manera en que el cuerpo reacciono a su sangre, es innegable que es su hijo-
No sabía que creer o pensar-mi…hijo…-dijo tartamudeando, para luego mirar a la mujer, divagando en aquella noche en que se unió con ella, bajo la calidez del agua de una simple ducha.
Esa noche, el no se movio de su lado, hasta que ella despertó.
Abrio sus ojos lentamente, e intento sentarse.
-No deverias moverte-Le dijo el hombre sentado junto a ella.-aun estas muy devil-
-Disculpe-contesto con dificultad-¿Quién es usted?-Un fuerte dolor decabeza la ataco repentinamente, haciéndola retorcer.
Vegeta no lograba comprender-¿Acaso no sabes quien soy?-
-no-grito Bulma sentándose rápidamente, mientras apollaba sus manos en su cien-No se quien es usted, no se donde estoy-comenzo a mirar para todos lados-no se quien soy yo-miro sus manos llenas de sangre, mientras las lagrimas comenzaron a caer-Dime quien soy-Demando a Vegeta completamente desesperada-¿Qué me paso?-
Vegeta estaba se aserco a ella y la abrazo-Calma mujer, nada malo te pasara-
Ella tenia miedo y no dejaba de temblar, pero algo le decía que estaba justo donde quería estar, en sus brazos-por favor-dijo entre llanos, mientras se aferraba a el-dime quien soy-
El no sabia que decir, asi que dejo que el momento hablara por el-Tu eres mi mujer, futura madre de mi hijo el cual llevas en tu vientre.-
Bulma se solto asombrada-¿Hijo, estoy embarazada?-
Vegeta la miro a los ojos, sabia que estaba aterrorizada, pero ya no había vuelta atrás-Yo soy el Rey Vegeta, y tu eres mia mujer-
La joven volvió a abrazarlo, se sentía tan bien-Vegeta-susurro-pero algo no estaba del todo bien, algo estaba mal.
Dos semanas pasaron, la mujer ya estaba completamente recuperada, físicamente, pero por más que lo intentaba, no podía recordar nada.
-Su mente esta reprimiendo todo el dolor, es por eso, que los recuerdos no vuelven y es probable, que ya no vuelvan-Explicaba un medico al Rey.
-Bien-dijo Vegeta, para luego entrar al cuarto, donde se encontraba “su esposa”.
-Vegeta- ella se ponía muy feliz al verlo, ya que era la única persona con la cual podía tener contacto, por alguna razón, nadie podía acercarse a ella, pero su rey le decía que era por protección.
Se acercó a el y lo abrazo para besarlo muy tiernamente, Vegeta no era muy demostrativo con ella, pero aun asi, la joven lo llenaba de cariño, algo nuevo para el rey, pero no se quejaba de ello, solo aceptaba cada gesto, de la farsa ideal que había creado.
-mujer, debo viajar, no salgas de tu cuarto-Volvio a besarla y se fue.
Bulma se sentía tan sola, que esa noche, sin que nadie se diera cuenta, salio por la ventana de su cuarto.
Camino descalsa por un hermoso jardín, que le hacia sentir nostalgia, se sentía tan libre, hace tiempo no se sentía asi, a decir verdad, no recordaba si en algún momento se sintió asi.
Escucho unas voces cerca asi que se escondio tras un árbol, para ver a Vegeta caminando y tras el, una mujer, con razgos parecidos a los de ella.
-Pero mi rey-Dijo Marron tomándolo del brazo-No me deje por favor, podemos repetir nuestras noches de pacion-suplicaba.
Bulma no podía creer lo que escuchaba, un nudo se hizo en su garganta.
Vegeta se giro y para luego soltarse del agarre-No vuelvas a tocarme-
La mujer se arrojo al rey para besarlo, a lo que se que inmóvil.
Bulma seguía observando, mientras las lagrimas comenzaban a brotar de sus bellos ojos azules.
El rey se alejo de Marron y se fue sin decir nada.
Minutos pasaron, ya hambos se habían ido, pero ella seguía apoyada en aquel árbol, llorando desconsoladamente, mientras un recuerdo pasaba por su mente, auque era algo conrto, sabia que era muy importante.
Un pequeño oso caia de sus manos, al ver la imagen de “su esposo”, en la cama con esa mujer, era todo lo que se cruzo por su mente, pero estaba seguro que era un recuerdo.
Abrazaba su cuerpo, mientras temblaba de impotencia, se dejo caer de rodillas, para continuar llorando, hasta que alguien dijo su nombre.
-¿Bulma?-Goku se arrodillo frente a ella.-Bulma, estas bien-
Ese rostro le era tan familiar, que le trasmitia cierta paz-¿Goku?-dijo entre cortado.
El la abrazo-si, soy yo, estas bien, es un alivio, no puedo creerlo-Estaba tan feliz de verla-¿pero dime que te paso?-
-Por favor, ayúdame, sácame de aquí, por favor-Dijo en un llanto desgarrador.
El guerrero no lo dudo e hizo caso a su suplica, la tomo en sus brazos y la llevo lo mas lejos que pudo, hasta llegar a una peuqña cabaña en el bosque, donde ella explico todo lo que sabia desde que despertó, hasta el momento en que se encontró con el.
-Maldito Vegeta-Dijo apretando sus puños, estaba tan furioso, por las mentiras que le había dicho a la joven, que solo deseaba matarlo, pero no fue capaz de decirle la verdad, ella tenia que tener paz por un tiempo, hasta que su mente sanara y los recuerdos volvieran por si solos.
Bulma estaba en una pequeña y humilde habitación de la cabaña, conuna pequeña ventana, justo al lado de su cama, por donde los rayos de la luz de la luna la llenaba de paz.
Cerro sus ojos, llenándose de aquella luz, y comenzó a taraear con la imagen de su esposo en su mente.
-Vuelve a decirme lo de siempre, que me quieres pero no puedes tenerme, he hecho lo imposible por hacerme fuerte, y aunque sea el mismo camino solo vuelve. Solo quiero que lo intentes, no me digas que ahora necesitas suerte, ¿de verdad que necesitas que recuerde que las cosas que se cuidan, no se tiran de repente?. Si nunca te duele no te hara feliz, duele mas tenerte que dejarte ir, prefiero un lo siento, antes que un no sentir, no compensa siempre quedarse que huir. De nada me espero imaginar de mi, me dijeron, ve a por todo y fui a por ti ¿hasta que momento si se aprende y hasta que momento se se perdiera el tiempo solo por seguir? Dicen que lo bueno tarda y yo llevo esperando tanto tiempo que lo buenno no quiere venir, dicen que hay palabras apropiadas, igual que hay personas que no lo saben y son asi. Llamamos consejo a cualquier cosa, hasta que me di cuenta, que hasta quien te quiere te puede mentir, ya que todo el mundo te aconseja suficiente, para que sean lo que quieran pero no feliz, ahora soy consciente que hay caminos, que acaban en otros, y hay personas que acaban el otras por que si. Ahora me doy cuenta que hay problemas que resuelvo en tanta gente, pero nunca los resuelvo en mi, que bonito es ver que todo va bien, pero es que ni viéndolo bien, es la manera para verte a ti, al mundo le sobra gente rota y necesita de verdad, personas fuertes que sepan unir. Vuelve a decirme lo de siempre, que me quieres pero no puedes tenerme, he hecho lo imposible por hacerme fuerte, y aunque sea el mismo camino solo vuelve. Solo quiero que lo intentes, no me digas que ahora necesitas suerte, ¿de verdad que necesitas que recuerde que las cosas que se cuidan, no se tiran de repente?-
Lagrimas comenzaron a caer, se recostó para dejar que el sueño la encontrara bañada en lagrimas.